Donde hubo fuego, cenizas quedan. Pero ahora en Esquel lo que se ve es nieve, por todas partes. Un manto blanco que tapó las consecuencias de la erupción del Chaitén y promete una buena temporada en La Hoya, su centro de esquí, con apertura prevista para fines de junio. El optimismo es la palabra del día, de la mano de la nevada que dejó blancos los techos, jardines y casas de Esquel, y de los vuelos que aumentarán la conexión del centro de esquí con el resto del país durante todo el invierno (tres vuelos semanales de Andes a Esquel, a partir del 29 de junio, y tres vuelos de Aerolíneas Argentinas, con uno directo todos los viernes).

El anticipo nevado de este otoño cambió el ánimo en la ciudad y mejoró las perspectivas, mientras en La Hoya siguen normalmente los trabajos que, como cada año, permitirán que las familias y esquiadores se encuentren con instalaciones renovadas y ampliadas. El centro de esquí, situado a sólo 13 kilómetros de la ciudad, tiene laderas orientadas al sur, que provocan menor exposición solar en las pistas y por lo tanto la prolongación de la temporada hasta mediados de octubre.

NOVEDADES Y ACTIVIDADES Para este año, La Hoya remodelará el Refugio del Esquiador y el Café del Fogón, y se crea también un nuevo espacio para la Escuela Infantil de Esquí Zorro Juan, con una guardería para niños hasta dos años, un microcine y la renovación total del parque de nieve infantil. También se esperan cambios en La Hoya Ski & Snowboard Rental, con la incorporación de un área específica para alquiler de equipos de snowboard, y el nuevo eSPAcio Express, que tienta con “masajes en silla”, “faciales express” y “foot masaje”.

Así como el centro es uno de los favoritos de quienes practican esquí fuera de pista, también lo es para las familias, ya que la convergencia de las pistas es un excelente factor de seguridad. Por eso también la belleza de la comarca esquelina invita a distintas excursiones por las formaciones geológicas, los ríos y las montañas de los alrededores (sin olvidar que un buen té galés en Trevelin es una reconfortante experiencia antes de volver a asomar las narices a la nieve).

Entre las numerosas actividades que propone la región hay cabalgatas desde la Chacra Los Alamos, pensadas para la familia y con tiempos que pueden elegirse entre una hora y varios días; la excursión de día completo a Piedra Parada, una imponente piedra de origen volcánico de 210 metros de altura, situada en medio del valle del río Chubut; las actividades de canopy para trasladarse por las plataformas situadas a la altura de las copas de los árboles en una zona boscosa cercana al Parque Nacional Los Alerces; las visitas en bicicletas todo terreno para internarse por los espléndidos paisajes de la región. Para una tarde tranquila, se puede elegir la caminata al Cañadón de Borquez, un sendero de dificultad media que puede hacerse autoguiado en menos de dos horas, o bien acompañado por guías locales. En auto, en cambio, una opción es la vista panorámica que ofrece la laguna La Zeta, a sólo cinco kilómetros de Esquel: y si se sigue unos diez kilómetros más se llega al paraje Alto Río Percy, donde jóvenes residentes en el lugar se encargan de guiar una encantadora caminata por las alturas a orillas del río. En la variedad está el gusto, y antes o después de una buena jornada de esquí Esquel invita a descubrir así su comarca, variada y hospitalaria.