La pequeña localidad de Piedra Buena es un “pueblo-oasis” de 7000 habitantes, con un interesante contraste entre el verde de la vegetación, el turquesa del río Santa Cruz y el marrón de la estepa patagónica. Sin embargo, no es la naturaleza lo que sorprende al llegar sino los llamativos murales que decoran sus calles y paredes desde el año 2005. La mayoría de los murales se encuentran en la avenida principal, Gregorio Ibáñez, y en el Parque Temático en las inmediaciones del puente sobre el río Santa Cruz. El parque (único en la provincia) está formado por 10 muros y 2 muretes que contienen 16 murales en total. Sus historias cuentan algunos episodios de la creación del mundo según la mitología tehuelche, pasajes de la vida del comandante Luis Piedra Buena, la llegada de inmigrantes italianos, españoles, croatas y de otras nacionalidades y la represión de la huelga de octubre de 1921.

Uno de los autores, José Kura, había sido parte del grupo Arte. Ahora de la ciudad de Corrientes en los años ‘80 y fue responsable de varios murales de esa ciudad. El grupo se disolvió. José Kura fue el único miembro que le dio continuidad y realizó más de 120 murales en todo el país y ha llevado su obra a México, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. En el año 2005 viajó a Piedra Buena y, junto a la artista Daniela Almeida, de La Plata, y los artistas locales Angela Correa y Patricio Figueroa, inauguró los murales que hoy podemos admirar.

La técnica de los murales es el esgrafiado y el uso de piedras policromadas. El esgrafiado consiste en superponer capas de revoque de color, luego raspar y calar con una espátula de metal buscando diferentes colores. La obra debe terminarse antes de que el material fragüe, por lo tanto sólo hay de 24 a 48 horas para realizar el trabajo.

Por otro lado, un dato realmente curioso de este lugarcito de la Patagonia es que aquí se encuentra, desde 1992, el tapiz más largo de Sudamérica (de 26 metros de largo y 0,70 cm de alto), bordado sobre lienzo con lana de oveja, que narra la historia de Elal, hijo de los dioses de la mitología tehuelche. Un grupo de docentes hizo una investigación histórico–antropológica para recopilar las distintas versiones del mito, viajó a localidades de Santa Cruz y los chicos hicieron más de 5000 dibujos ilustrando el cuento. Finalmente se hizo una síntesis poética de los textos y un equipo de artistas plásticos se encargó del diseño definitivo de la obra. Para el bordado se usaron lanas patagónicas, tinturas locales y recetas tradicionales de teñido. Todo este trabajo llevó siete años en total. El tapiz fue declarado de Interés Cultural por el Gobierno de la Provincia de Santa Cruz, recorrió todas las localidades del territorio y fue expuesto en la sede de la Unesco, en París, en 1997. Una joyita más que alberga la Patagonia.

ISLA PAVON Y MONTE LEON La Ruta Nacional 3 cruza el río Santa Cruz por uno de los puentes más importantes de la Patagonia. La mítica isla a la que el Comandante Piedra Buena arribó en 1859 se encuentra entre aquel puente y otro secundario. La Isla Pavón es una parada obligada en verano para disfrutar del agua, la pesca y la práctica de deportes náuticos. En la isla (declarada Sitio Histórico Nacional) funciona un sencillo museo en una réplica de la casa original que el marino mandó construir para que fuera habitada y asegurar la soberanía nacional. Contrariamente a lo que se cree, Piedra Buena no vivió allí sino que la usaba como lugar de paso al que iba con frecuencia. Además se puede visitar la estación de piscicultura Harengus, para observar cómo se crían salmónidos o disfrutar de un camping totalmente equipado con fogones y juegos para niños. También existe la posibilidad de dormir en la isla misma, en la Hostería Municipal, un lugar de descanso ideal.

Si de truchas se trata, vale tener en cuenta que el río Santa Cruz goza de reconocida fama como un interesante sitio para los amantes de la pesca deportiva. Durante la temporada (de diciembre a abril) se pescan percas (pez nativo) y truchas Arcoiris, pero a fines de febrero Piedra Buena recibe pescadores de todos lados que quieren tentar a la incansable Steelhead (o Cabeza de Acero). En esa época del año estas increíbles truchas ingresan desde el Océano Atlántico al caudaloso río Santa Cruz (siendo éste el único río en Sudamérica donde habita esta especie) y los ejemplares pueden llegar a los 9 kilos. Las Steelhead son truchas Arcoiris con un comportamiento anádromo, es decir, que salen al mar y vuelven a los ríos, donde nacieron, para reproducirse. Las Steelhead pueden repetir este ciclo varias veces (a diferencia de algunas especies de salmones, que mueren en el desove) y su estadía en el mar hace que desarrollen mayor tamaño (en comparación con las que quedan en el río) y tengan una fuerza y velocidad poco comunes. Además, todos los años, en marzo, se realiza la Fiesta de la Trucha, cuyo ganador representa a la provincia en la Fiesta Nacional de la Trucha (evento que se realiza en forma rotativa en las provincias patagónicas para inaugurar la nueva temporada).

Por otro lado, desde Piedra Buena se puede visitar (a sólo 30 km) el Parque Nacional Monte León, con bellísimos paisajes en la acantilada costa patagónica. La reserva se creó en el 2004 y fue el primer parque nacional con costa marina (43 kilómetros). Allí se pueden ver, en la estepa, cauquenes, caranchos, choiques, bandurrias y águilas mora, y en la costa cormoranes (roqueros, grises e imperiales), palomas antárticas, chorlitos, gaviotines, garzas, ostreros, pingüinos y lobos marinos de un pelo. La pingüinera alberga 75.000 parejas que llegan los primeros días de septiembre y se marchan en abril.