Dom 23.08.2009
turismo

RUTA HISTORICA > TRAS LAS HUELLAS DEL CHE

El joven Ernesto Guevara

Un itinerario argentino por ciudades donde vivió y lugares que recorrió Ernesto Guevara antes de su viaje por América latina. Los caminos del Che es un circuito cultural y reflexivo, un homenaje a su memoria que invita a conocer también los escenarios naturales y urbanos en los que transcurrieron años de su juventud.

› Por Pablo Donadio

Quienes lo conocieron afirman que no alcanzan las imágenes, los relatos, ni las miles de páginas escritas en su nombre para dar cuenta de la energía que supo irradiar. Pero parte de los sueños de su infancia y juventud, y de esa tremenda convicción por buscar la libertad de los pueblos oprimidos, es reflejada hoy en conmovedor circuito nacional. Presentado oficialmente hace unas semanas en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de la Nación, el programa Los caminos del Che es la nueva ruta temática que enlaza los museos y espacios de homenaje al líder revolucionario.

RASTROS DE HISTORIA Esta nueva ruta apunta a que miles de visitantes nacionales y extranjeros accedan a una visión integral de su vida y pensamiento. “La idea es recorrer los diversos lugares del país que lo tuvieron como protagonista en su infancia y adolescencia, así como también los sitios de la recordada travesía que emprendió con su amigo Alberto Granado. Los caminos del Che empieza en Rosario, sigue en Misiones –donde los padres del Che soñaron que su hijo podía crecer–, continúa por Alta Gracia y concluye en San Martín de los Andes, en un circuito que ya ha sido declarado de Interés Nacional por la Cámara de Diputados de la Nación”, afirmó la legisladora Julia Perié, autora del proyecto y referente del museo de Misiones. De esta manera, el programa enlaza el Monumento del Che y su Casa Natal de Rosario; el Museo Hogar Misionero del Parque Provincial de Montecarlo, Misiones; el Museo Casa Ernesto Che Guevara, de la ciudad de Alta Gracia, Córdoba; y La Pastera Museo del Che, en la patagónica San Martín de los Andes, Neuquén. Es un itinerario casi ineludible para cualquier viajero que, además de arribar a lugares privilegiados de nuestra geografía, le interese la reciente historia nacional y la de los pueblos hermanos. “De una vez y para siempre se va acumulando lo que estaba diseminado por muchos lugares con respecto a la memoria de mi hermano Ernesto. Hay que reivindicar su pensamiento y universalidad, profundizar en su figura para el conocimiento de las futuras generaciones”, aseveró Juan Martín Guevara en la inauguración oficial.

ESPACIO HOMENAJE DE ROSARIO La primera escala del circuito es Rosario, a unos 300 kilómetros de la Capital Federal. Es nada menos que la ciudad donde Ernesto Guevara nació, y que con el tiempo ha ido reflejando en sus plazas, escuelas y emprendimientos de varias agrupaciones, su admirado respeto por el líder revolucionario. Uno de los principales homenajes está en pleno Parque Irigoyen, un predio que alberga una superficie de 18 hectáreas, donde brilla en verdes y plateados el enorme Monumento al Che, obra del artista plástico Andrés Zerneri. La plaza que lleva su nombre también tiene un sendero trazado con adoquines y durmientes que simbolizan, en figura abstracta, su camino latinoamericano. En tanto, en las intersecciones de las calles Tucumán y Mitre, la Plaza de la Cooperación celebra con un imponente mural su presencia rosarina. El itinerario rosarino culmina al llegar a Entre Ríos 480, dirección exacta de la Casa Natal del Che, donde vivió junto a su familia durante su primer año de vida. Allí se pueden apreciar algunos recuerdos y tal vez recoger algunas anécdotas de los antiguos vecinos de la familia.

Antes de seguir camino, por supuesto, Rosario merece al menos una pasada breve por el Monumento Histórico Nacional a la Bandera para después ir a la ribera del Paraná para contemplar y disfrutar de sus caudalosas aguas, pescando y nadando como seguramente lo hizo el Che en su infancia.

EL MUSEO HOGAR MISIONERO El segundo paso en el recorrido está ubicado en el departamento de Montecarlo, hacia el centro-oeste de Misiones, una población agrícola que no supera los 4 mil habitantes y está rodeada de un espectacular marco de selva, con los tradicionales caminos de tierra roja. En la zona cercana a la Ruta Nacional Nº 12 y lindante con el río Paraná residió el Che junto a sus padres desde 1928 hasta fines de 1929. Es el lugar del Hogar Misionero del Che, extendido dentro del Parque Provincial Ernesto Guevara de la Serna, de 23 hectáreas, que permite disfrutar del entorno ecológico, social y cultural de aquella época. Con el objetivo de vivir los escenarios infantiles del pequeño Ernesto, se preservan las referencias históricas, en un paseo por un sendero de escasa dificultad, cuya distancia no supera los 300 metros, y conduce a importantes puntos de interpretación. A su vez, los guías del museo van acompañando con testimonios y anécdotas cada paso, donde se convive con un ecosistema muy especial, y la imaginación vuela hacia aquellas épocas.

La visita histórica no puede dejar de lado dos lugares emblemáticos de la tierra misionera ubicados a unos 100 kilómetros: al sudoeste, las Ruinas de San Ignacio, declaradas patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984. Y al noroeste, las fabulosas Cataratas del Iguazú.

LA CASA DE ALTA GRACIA Un marco conmovedor de sierras y faldeos “a la cordobesa” reciben la tercera escala de este circuito itinerante. Ubicada en el centro del territorio argentino, la ciudad de Alta Gracia guarda el encanto de su microclima y una ubicación privilegiada, a apenas 37 kilómetros de la capital provincial. Antigua zona denominada Paravachasca, que en la voz de los pueblos originarios significa “vegetación enmarañada”, sus laderas orientales hacia la Sierra Chica, los ríos y arroyos, la convierten en otro de los Patrimonios de la Humanidad locales. El museo dedicado al Che, creado con el asesoramiento del Centro Che de La Habana, fue inaugurado en 2001 en la casa donde Ernesto vivió once años junto a su familia, su período más largo de residencia en el país. Conservada con enorme cuidado, la casa tiene una batería de luces y sonidos que realzan los significados de cada rincón. “Un argentino como él, que dio la vida para defender lo que pensaba, merece respeto universal y este homenaje”, resumió Mario Bonfiglio, en representación del museo.

LA PASTERA El final del circuito-homenaje se encuentra en San Martín de los Andes, localidad neuquina ubicada a la vera del majestuoso lago Lácar. Aquí está La Pastera, Museo del Che, otro de los lugares que da testimonio de pasajes de su vida. Integramente construido en madera, el edificio del museo es una pieza de colección en sí misma, que data de 1946. Originalmente se lo utilizó para guardar los pastizales que consumían los animales de los guardaparques, al que denominaron “pastera”. En una suerte de altillo se alojaron Ernesto Guevara y Alberto Granados en su paso por San Martín de los Andes, una de las paradas del famoso recorrido en la motocicleta La Poderosa II. “Este es el aporte que los trabajadores hacemos a la memoria del Che, en especial los del Parque Nacional Lanín, que fueron quienes preservaron muy bien este espacio. Hoy nuestro museo recibe muchas visitas, donde se transmite a las nuevas generaciones su pensamiento y ansias de un mundo más humano”, afirmó Julio Fuentes en nombre de La Pastera.

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