Dom 19.12.2010
turismo

CORRIENTES. POR LOS CAMINOS DEL Té

Verdes litoraleños

El té es una de las bebidas más difundidas del mundo. En el litoral argentino, las especialistas son Corrientes y Misiones, donde son cada vez más frecuentes los viajes temáticos centrados en el recorrido de las plantaciones, el descubrimiento del proceso de elaboración y, naturalmente, una buena degustación.

› Por Graciela Cutuli

Hay un verde que no se puede comparar con ningún otro y es el que se descubre a ambos lados de las rutas que atraviesan Corrientes y Misiones. Es el verde de la yerba, que no en vano se dio en llamar “oro verde” allá en los años del auge del siglo XX, pero es también el color del té –que puede ser blanco, verde, rojo o simplemente “té”– plantado sobre grandes extensiones en estas provincias generosas en sol y humedad. Disfrutarlo con los ojos no es suficiente: de la mano del creciente auge de esta bebida delicada y aromática, que cada vez se disfruta con mayores cuidados y conocimiento de su antiquísima tradición, nacieron los viajes temáticos especializados que recorren las plantaciones, invitan a descubrir los secretos del proceso de secado y terminan con degustaciones para afinar el paladar y conocer algo más sobre los blends (mezclas) y la ceremonia del té.

A ambos lados de la ruta, el verde del té dibuja ondulaciones en el paisaje correntino.

TIEMPOS DE COSECHA En Las Marías, uno de los establecimientos más grandes y conocidos del norte de la provincia de Corrientes, la cosecha del té empezó en el mes de noviembre, con la primavera ya bien asentada, y se extenderá durante el verano hasta el mes de abril. En los alrededores de General Virasoro, a la vera de la RN 14, 1300 hectáreas de un verde resplandeciente invitan a detenerse –muchos pasan por aquí durante el trayecto en auto hacia las Cataratas del Iguazú– y hacer un alto por los senderos interiores, donde los colores están en todo su esplendor, gracias al florecimiento de las “santa rita” y los lapachos amarillos y rosados.

La entrada a la reserva natural de Las Marías es libre y gratuita. Empieza con la proyección de un documental sobre la historia del lugar para luego comenzar las visitas guiadas en distintas modalidades. Cuenta Diego Quiroga, uno de los responsables del establecimiento, que “gran cantidad de visitantes llegan sin haberlo programado. Lo deciden en la ruta. Cuando se encuentran al costado del camino con el espectáculo de las máquinas cosechando el té, el perfume de sus brotes y el tamaño y los colores de las plantaciones. En ese momento se entusiasman y, como el acceso es inmediato, deciden entrar”. Según los tiempos disponibles, el Tour Peatonal permite recorrer el sector de envasado, en tanto el Tour Las Marías incluye un recorrido en minibús y tiene un atractivo adicional: además de conocer todas las fases del proceso productivo, se puede avistar la fauna propia de la región. A lo largo de los recorridos, es posible apreciar de cerca los procesos de producción de la yerba mate y el té, desde el cultivo en vivero y el secado hasta la molienda y el envasado.

Las plantaciones de té correntinas, vistas desde el aire.

TEA TRAVEL Los auténticos aficionados o quienes quieran darles una vuelta de tuerca más profunda a las visitas del té, pueden elegir una nueva opción que empezó a realizarse hace pocos días en las rutas de Misiones y Corrientes. El “Tea Travel”, o “Tour del Té”, combina la experiencia de visita a las plantaciones de té y secaderos con un viaje a los Esteros del Iberá, uno de los humedales más grandes del mundo, siempre en el norte de la provincia de Corrientes. Organizado gracias a la iniciativa de Javier Birman, chef del Irupé Lodge –situado precisamente a orillas de la laguna Iberá– todo el recorrido cuenta con la compañía de Pedro Alperowicz, director de Eclaire el Arte del Té, todo un especialista en la organización de degustaciones, que se encarga de coordinar y preparar las degustaciones diarias de los diferentes blends.

El itinerario comienza en Oberá, la localidad misionera que concentró buena parte de la variada inmigración que llegó hasta estas tierras a lo largo de todo el siglo XX. En las ondulaciones aledañas a la ruta comienzan a divisarse las verdes plantaciones, hasta llegar a Campo Viera, siempre en Misiones. En esta localidad, considerada la Capital Nacional del Té, se encuentra dentro del casco urbano la planta industrial de té más grande del mundo y se visita una de las industrias tealeras más antiguas de América latina. Aquí mismo se hace una parada para visitar un centro de piscicultura local y degustar distintos tipos de pescado de agua dulce durante el almuerzo. Al día siguiente se pone rumbo hacia el sur y, ya en Corrientes, se visita el Establecimiento Las Marías para recorrer el laboratorio, el vivero y el secadero, tras lo cual se almuerza dentro mismo del lugar. Lo que sigue es el viaje en 4x4 hacia los Esteros del Iberá, en Colonia Pellegrini, donde Irupé Lodge permite realizar safaris por la laguna para avistar yacarés, ciervos de los pantanos, carpinchos y aves: y es en el mismo restaurante del lodge donde se organizan degustaciones de té con distintas variedades de pastelería.

GASTRONOMIA DEL LITORAL Un viaje a Corrientes representa además una oportunidad única para acercarse a una gastronomía tan cercana como poco conocida. “Tenemos productos, como el cordero local –explica Javier Birman– que pueden competir con cualquier cordero a nivel internacional, inclusive el patagónico. Lo que no hay es todo el proceso de certificaciones, pero el cordero que se come en el norte de Corrientes es una crema, aunque en el campo se cocine muy precariamente, en forma de guisos, con grandes ollas sobre el fuego.” La estadía en los Esteros es, entonces, una buena oportunidad para probar especialidades como el kiveve –una crema de calabaza dulce con orégano, perejil, pimiento seco y laurel que se liga con harina de maíz y se termina con queso de cáscara roja– o el popular chipá, que llega desde el norte junto con la sopa paraguaya. Otro plato típico y bien de campo es el mbaipú: “Se puede hacer con pollo, carne vacuna, carne de cerdo, mulita, carpincho. Se cocina todo a la olla con los vegetales que haya, se le agrega agua y se crea un fondo de cocción al que se le incorpora harina de maíz”, agrega Javier, subrayando que para el viajero en el lodge se adapta el gusto a la cocina moderna.

El clima correntino también es ideal para los cítricos y las frutas. Por eso aquí son populares tres tipos de limón: el limón mandarina, de color naranja pero muy ácido; el limón injerto, el mismo que se consume más al sur; el limón local, anaranjado y grande pero irregular con el tema del jugo, ideal para condimentar ensaladas. Y además mamón, kinoto, mango, que se usa para elaborar chutney, jugos, salsas, emulsiones, verde para pickles y vinagretas. Asimismo se usa mucho la palta, en sopas frías o pisada con limón al estilo guacamole, para acompañar carnes y pollo. “Hay que pensar en los ingredientes que la gente usa a diario y que no necesitan cámara frigorífica, que los pobladores no suelen tener. Y lo dulce también es bien criollo y argentino en general: tortas fritas, flanes especiados con jengibre, budines con confitura de kinotos, mamón con queso.” Una buena manera de terminar, a la correntina, el tour del té por las tierras más verdes y aromáticas de la Argentina, abrazadas por los ríos y perfumadas por la exquisita “camellia sinensis”z

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