Domingo, 6 de febrero de 2011 | Hoy
BUCEO. PROPUESTAS EN BRASIL, URUGUAY Y LA ARGENTINA
Propuestas de buceo en las costas sudamericanas, desde Brasil hasta la Argentina, para quienes se inician con un bautismo submarino y también para expertos en profundidades en busca de nuevos desafíos. Además, algunos destinos originales para explorar el fondo de lagos y espejos de agua dulce en nuestro país.
Por Graciela Cutuli
“El mar tiene un secreto”, decían años atrás los afiches de Azul profundo, la película que a fines de los ‘80 hizo del buceo un mito sin fronteras. Para descubrirlo, las costas del Atlántico desde Brasil hasta el sur de la Argentina tienen miles de kilómetros y algunos destinos únicos, ideales para el buceador experto pero también para una primera experiencia submarina. En cada caso los requisitos para lanzarse al agua serán algo diferentes: si es para un “bautismo submarino”, que se hace de la mano de un instructor, no es imprescindible saber nadar, para aventurarse a otras profundidades y relieves subacuáticos durante tiempos más prolongados y en forma independiente hará falta no sólo cierta familiaridad con el agua sino también una certificación. En algunos casos, los cursos se pueden realizar en el lugar mismo: sólo se trata, entonces, de saber elegir y poner proa hacia las aguas más tentadoras que puede ofrecer la cara atlántica de las costas sudamericanas.
EL ARCHIPIELAGO MARAVILLOSO Flotando en medio del Atlántico, a 545 kilómetros de Recife, el archipiélago brasileño de Fernando de Noronha es un santuario natural de 21 islas reunidas en un Parque Nacional Marino. Lejos de los grandes complejos turísticos, aquí la tónica la dan las pequeñas posadas y una vida tranquila que dejó en el olvido su pasado como colonia correccional y, más tarde, base militar: una forma de acercarse a la profecía de Tomás Moro, que en según algunas teorías se inspiró en Fernando de Noronha –avistada por Américo Vespucio en 1503– para la publicación de su Utopía en 1516.
La mayoría de los viajeros llegan por aire al pequeño aeropuerto local, conectado con varias ciudades del nordeste brasileño, ya que la travesía marítima es posible pero más difícil. Aunque la vida es rústica, la distancia y el aislamiento también la encarecen: sin embargo, lo que no tiene precio es el avistaje de tortugas marinas y delfines desde lugares como Praia da Quixaba o Praia do Boldró. Naturalmente las islas atraen a muchos buceadores, pero para disfrutarlas no es imprescindible sumergirse: las posadas proponen excursiones con pobladores para conocer la magnífica diversidad del lugar y también se puede salir en canoa o simplemente disfrutar de las playas. En el fondo del mar, en cambio, sorprenden los arrecifes de coral, la posibilidad de avistar tiburones y el naufragio del barco “Ipiranga”, perfectamente visible gracias a la transparencia de las aguas.
FRENTE A FLORIANOPOLIS En el litoral sur de Brasil, ya más accesible para los vecinos argentinos, la Reserva Biológica del Arvoredo se encuentra frente a la isla de Santa Catarina y Florianópolis. Antiguamente se permitía bucear en toda la zona, pero ahora las inmersiones están restringidas al sur de la isla del Arvoredo –una de las cinco que componen el archipiélago– precisamente para preservar el frágil ecosistema del lugar, muy cercano a lugares de fuerte presión turística.
Con influencias de corrientes cálidas y frías –del norte brasileño y de las Malvinas, respectivamente– las aguas de la zona atraen a la fauna marina por su riqueza para la alimentación, lo cual facilita al buceador poder divisar tortugas, delfines, rayas, peces ángel y otras especies. Hay que tener en cuenta que lleva entre 45 minutos y dos horas de navegación llegar al sitio elegido: entre los más conocidos, Saco d’Agua, Saco do Campin y Portinho Norte, donde la visibilidad alcanza un máximo de 14 metros y la temperatura del agua puede subir, en la época más cálida, hasta los 27. Los operadores proponen buceos diurnos y nocturnos, y un atractivo adicional es el buceo en naufragios y el avistaje de aves en superficie.
MAS BUCEO TROPICAL El extensísimo litoral brasileño ofrece, por supuesto, más opciones para salir a bucear. Una de las favoritas del principiante en busca de un bautismo es Paraty, una de las ciudades coloniales más lindas de Brasil: en este destino que reúne la selva y el mar, a 250 kilómetros de Río de Janeiro, se organizan todo tipo de salidas y es posible encontrar todo el equipamiento necesario para los submarinistas. También la bahía de Angra dos Reis, muy frecuentada por los cruceros, abunda en pequeñas bahías y ensenadas protegidas que permiten sumergirse aunque las condiciones en superficie no parezcan las ideales. Ilha dos Meros es adecuada con buzos, para cierta experiencia, ya que permite sumergirse hasta 18 metros, y lo mismo sucede en la correntosa Laje do Coronel, en tanto Ilha Butinas e Ilha de Paquetá no superan los diez metros y por lo tanto son más adecuadas para los principiantes.
AGUAS VECINAS Aquí nomás, entre las primeras salidas internacionales de buceo que ofrecen algunos operadores se encuentra la cantera Ferrando, en Colonia, sobre la orilla oriental del Río de la Plata. La cantera fue cerrada a fines de los años ‘50, después de varias inundaciones e intentos fallidos de drenar el agua: cuando finalmente se llenó definitivamente, formó una pequeña laguna de 300 metros por cien rodeada de un bosque de eucaliptos. Poco a poco fue ganada por los buceadores, que la eligen para sumergirse en los meses veraniegos. La visibilidad es buena hasta los diez metros, y la temperatura promedio ronda en verano los 15 grados: así, se suelen ver tarariras, viejas de agua y algún cangrejo de río mientras se bucea entre las paredes de granito que forman el fondo de la cantera.
Por supuesto Punta del Este también tiene su lugar: la playa más top de Uruguay tiene operadores que proponen realizar desde bautismos hasta cursos intensivos en cuatro días para luego lanzarse al fondo del mar. También hay cursos específicos para chicos y salidas especiales embarcadas para buzos con experiencia. Para los bautismos, la zona favorita es playa El Emir; cuando se haya avanzado un poco más es posible sumergirse en isla de Lobos y las grutas de Punta Ballena, todo un emblema de la costa uruguaya, para nadar junto a los peces típicos del lugar, además tortugas, cangrejos, estrellas de mar, medusas y caracoles.
ARGENTINA SUBACUATICA Los destinos para bucear dentro del país son, naturalmente, más accesibles, pero no por eso menos interesantes. Todo lo contrario: la costa patagónica ofrece condiciones ideales de visibilidad y una rica fauna marina, que hicieron de Puerto Madryn la “capital nacional del buceo”, con numerosos operadores y propuestas para todos los niveles. La ciudad cuenta con una ubicación geográfica privilegiada a orillas del golfo Nuevo, cuya desembocadura cerrada sobre el océano permite disfrutar de aguas claras y tranquilas, a unos 17 grados (como en la costa atlántica bonaerense). La transparencia de las aguas, favorecida por la dirección de los vientos, permite bucear entre meros, salmones, estrellas de mar, pulpos, calamares, medusas... y lobos marinos. Esta es precisamente la actividad “estrella”, ya que se realiza a corta distancia de la ciudad, unos 25 minutos de navegación hasta llegar cerca de la reserva de Punta Loma, donde se puede interactuar con estos mamíferos marinos (algo posible solo en tres lugares del mundo). Quienes no tengan la certificación requerida no se tienen que quedar con las ganas, ya que pueden hacer snorkel con lobos... o pueden iniciar su camino con un bautismo submarino, toda una tradición en Puerto Madryn, que se realiza con tanques y de la mano de un instructor en los arrecifes de Punta Cuevas. Los buzos certificados, por su parte, pueden elegir entre los numerosos naufragios y parques naturales de los alrededores de Puerto Madryn y las costas de la Península Valdés.
Más al norte, también Las Grutas ofrece salidas con aguas un poco más cálidas y excelente visibilidad durante todo el año (para los expertos, el otoño y el invierno son los meses ideales, aunque la época reproductiva de la primavera permite divisar gran cantidad de fauna). Entre los lugares más elegidos se encuentran los arrecifes de la bahía de San Antonio, de rica vida marina, el Parque Submarino Las Grutas, una formación rocosa paralela a la costa muy elegida para los bautismos, El Buque, El Sótano y la isla de los Mejillones. En Fuerte Argentino, una meseta hacia el sur de la ciudad, la geografía es perfecta para el snorkel.
Los auténticos valientes, en cambio, se animarán a una aventura mucho más extrema: se trata del buceo en las aguas del canal de Beagle, junto a Ushuaia, un verdadero desafío por lejanía, clima y escenarios naturales. La aventura en cuestión debe emprenderse junto con los verdaderos conocedores del lugar, sabedores de las técnicas y equipos necesarios para enfrentar el frío –el agua ronda los 8-10 en verano y baja de a 2-4 en invierno– y conocedores también de los lugares autorizados. A pesar de la temperatura, el invierno es más adecuado por la visibilidad de las aguas, ya que en el período estival puede verse algo empañada por la presencia de plancton.
Uno de los lugares recomendados es Bahía Ensenada, frente a la isla Redonda, en el Parque Nacional Tierra del Fuego. La isla tiene profundos paredones con bosques de algas, visitados a veces por lobos marinos. En la misma zona, isla Estorbo y Puerto Cucharita permiten descubrir en el fondo del mar cangrejos, estrellas, anémonas y hasta centollas, llegando en algunos sitios hasta los 35 metros de profundidad. Los alrededores de Ushuaia también tienen buenas opciones para explorar naufragios, una alternativa reservada a los buzos con mayor experiencia, ya que la variabilidad de las condiciones climáticas está a la orden del día: entre las posibilidades se encuentran el vapor “Sarmiento” y el “Monte Cervantes”, muy dañado cuando se intentó trasladarlo desde su ubicación original hasta las costas de Ushuaia, pero aún accesible en parte.
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