Domingo, 27 de marzo de 2011 | Hoy
REPUBLICA CHECA. EN PRAGA
Praga, ciudad de arte, inspiró en el romántico ambiente de sus cafés a varias generaciones de artistas e intelectuales. Dónde ir para conocer los lugares relacionados con la historia checa, pero también para disfrutar las modernas cafeterías de diseño que marcan tendencia en el este de Europa.
Praga, la bella; Praga la literaria. Y Praga, la capital de los cafés que inspiraron a literatos y artistas a lo largo de los años, desde las épocas imperiales hasta los tiempos de las revoluciones. Siempre hubo una mesa de café donde acodarse, donde soñar, donde despertar temprano por la mañana bajo el mágico influjo de la negra bebida todopoderosa. Durante el paseo por la ciudad, entre sus callejuelas y puentes, entre sus palacios y museos, nunca falta el momento para hacer un alto y revivir los tiempos bohemios en alguna de sus antiguas cafeterías, que traen recuerdos junto con el aroma del café.
EL ARABE, EL PIONERO En 1714 Georgius Deodatus Damascenus inauguró en el extremo de Malá Strana del Puente Carlos el primer “cafelucho” praguense, como se los llamaba en aquella época. En un comienzo Georgius Deodatus, de origen armenio, andaba por Praga vestido con caftán oriental, pantalón tipo bombachón y zapatos de punteras levantadas, ofreciendo café en la misma calle: rápidamente, la gente de Praga lo llamó “el árabe”, y así aquel pionero se hizo conocido en el ambiente de la capital.
Tal como lo muestra un grabado de la época, llevaba colocada por entonces, encima del turbante, una bandeja especial y sobre ella una jarra con café. Calentaba la bebida sobre una sartén al carbón y sin duda con gran éxito, ya que con el dinero ganado en la venta callejera pudo abrir más tarde la primera auténtica cafetería praguense, establecida en la casa U Zlatého Hada (Casa de la Serpiente de Oro), a poca distancia del Puente Carlos. En este establecimiento preparó y vendió café hasta su fallecimiento en 1730.
LA EDAD DE ORO Durante la primera mitad del siglo XX, Praga fue un auténtico paraíso cafetero. Sentarse en un café fue parte inseparable de la vida en una ciudad que conocía grandes transformaciones. El período de fin de la monarquía austríaca y la primera república fue la era de oro del mundo cafetero praguense: fue entonces cuando Nezval, Seifert, los hermanos Èapek, Poláèek, Hašek, Kafka y muchos otros escritores, periodistas, arquitectos, artistas y empresarios tuvieron sus cafés preferidos. Alrededor de las mesas, entre las nubes de humo de cigarrillo, se debatía sobre la política, las artes y las relaciones interpersonales.
El Café Slavia, frente al Teatro Nacional, es una de las cafeterías más populares de Praga. Fue inaugurada en 1863 y se convirtió en un lugar tradicional de encuentro de artistas e intelectuales, entre ellos Franz Kafka, Rainer Maria Rilke, Jaroslav Seifert, Bedøich Smetana y Antonín Dvorák. Los espacios interiores del café, en estilo art-déco, están iluminados por grandes ventanales que ofrecen una vista impresionante sobre el Castillo de Praga, el Teatro Nacional y el Puente Carlos. En el Slavia, además del café es tradición saborear crepés dulces y saladas, chocolote caliente o una taza de grog (reconfortante bebida a base de agua caliente azucarada, licor y limón).
Por su parte, el Café Louvre pertenece al famoso legado de la Primera República, que sin embargo sabe convivir cómodamente con los tiempos modernos. El establecimiento, de estilo modernista, fue inaugurado en 1902 y pronto empezaron a visitarlo numerosos personajes relevantes, entre ellos Franz Kafka y Albert Einstein. En el café se respira hasta hoy un ambiente de tiempos pasados: se ofrecen periódicos para leer, juegos de sociedad para entretenerse y asimismo una sala de billar de estilo modernista.
No es el único que tiene este mágico don de transportar en el tiempo. También el Café Imperial se destaca por un espacio interior único, capaz de hacer viajar al visitante hasta el Lejano Oriente. Las paredes y las columnas del café están cubiertas con baldosas de cerámica decoradas con motivos de plantas y animales presentando escenas moras. El ostentoso café del hotel Imperial se abrió a sus huéspedes por primera vez en 1914.
CAFE EN EL SAVOY El Café Savoy se encuentra en la planta baja de una casa modernista, en la margen oeste del río Moldava, a poca distancia de la isla Kampa. El espacio interior de la cafetería, con un techo de siete metros de alto provisto de grandes arañas, es una joya neorrenacentista. El café Savoy original fue inaugurado en 1893, primero como una cafetería decadente que más tarde, en el primer período después de la Revolución de Terciopelo, se convirtió en una taberna popular llena de humo de cigarrillos. Los últimos años le devolvieron el buen renombre de la vida cafetera de antaño.
Entre los cafés más hermosos de Praga también se cuenta la cafetería en la Casa Municipal cerca de la plaza Námìstí Republiky. Del mismo modo que toda la Casa Municipal, los espacios interiores están diseñados en estilo modernista decorativo, con ventanas espaciosas, techos altos, espejos y arañas de cristal. La cafetería noble se orienta sobre todo a los dulces, con tortas de producción propia, pero también ofrece platos ligeros, ensaladas y sándwiches.
Eso no es todo, sino que Praga reserva aún muchos más lugares atractivos y originales. El Grand Café Orient, única cafetería de estilo cubista del mundo, se encuentra desde 1912 en el elegante edificio de la Casa de la Madre Negra de Dios. Fue el arquitecto Josef Goèár, maestro de la arquitectura moderna, quien le imprimió un insólito rostro cubista: sin embargo, su carácter excepcional no consiste solamente en el aspecto de la fachada, sino sobre todo en el del interior cubista de la primera planta que alberga la cafetería. Goèár diseñó la barra buffet cubista y todo el equipamiento, incluyendo arañas y lámparas. La cafetería se reinauguró después de haber sido sometida a una extensa rehabilitación, durante la cual los restauradores pudieron aprovechar solamente fotos en blanco y negro que les sirvieron de único soporte de ayuda y según las cuales confeccionaron todo el mobiliario y lámparas de latón. Quienes visiten el lugar no deberían perderse el strudel de manzana casero con helado de caramelo caliente, los cócteles de leche y los delicioso capuccinos.
LOS CAFES MODERNOS DE PRAGA Al Cafetero es una cafetería destinada a los no fumadores sobre la calle Blanicka, la primera en la República Checa que empezó a preparar café de un modo singular utilizando el llamado “vacuum pot” (o sifón), aggiornando un método tradicional en Japón que ya tiene dos siglos de historia. Allí se pueden saborear cafés orgánicos bio mono-especie a partir de granos recién tostados procedentes de diferentes microplantaciones del mundo entero. El café abrió hace tres años y tiene un credo muy especial: ofrece diez variedades de granos diferentes, y promueve el consumo del café sin azúcar ni leche, que según Karel –el dueño– destruyen el auténtico sabor del café. Entre otras delicias, se puede probar el café más caro del mundo, el kopi luwak, que procede de Indonesia.
Por su parte, el Siddharta Café de la calle Jakubska es una excelente variación al estilo del conocido Budha Bar. El espacio interior presenta una unión armónica de la decoración original de la casa, motivos orientales y el diseño moderno inspirado en una original reinterpretación del pop-art. El cocinero en jefe del lugar, Tomáš Stehlík, creó para los huéspedes del Siddharta Café menús repletos de sabores y aromas de la cocina mundial.
Finalmente, el Ethiopia Café se encuentra situado en el barrio de Vinohrady, calle Krkonošská. Muy recomendado por todos los que tuvieron oportunidad de visitarlo, esta cafetería para no fumadores ofrece especialidades africanas poco comunes de Etiopía, Mali, el Congo y otros países
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.