La ciudad bonaerense de Azul y la región española de Castilla-La Mancha tienen en común la realización de homenajes permanentes a la figura del “Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha”. Y esto se debe a que en Azul existe una maravillosa colección de ediciones antiguas de libros, revistas, láminas, ilustraciones y piezas escultóricas sobre el caballero andante, lo cual le valió ser distinguida por el Centro Unesco Castilla-La Mancha como “Ciudad Cervantina de la Argentina”.

Atesorada por el doctor Bartolomé Ronco, coleccionista y director de la Biblioteca Popular de Azul hasta su muerte en 1952, la colección es motivo de orgullo local: entre los ejemplares más destacados están los dos tomos de El Quijote editados en 1697, en Amberes, por Henrico y Cornelio Verdusse; una edición francesa de 1812 perteneciente a la reina María Cristina de Borbón; la primera edición ilustrada por Gustave Doré para Hachette, de 1863; la primera edición ilustrada por Dalí en 1946; un ejemplar de la primera edición mundial de lujo publicada en Londres en 1738 y ejemplares de la primera edición latinoamericana de 1904, además de otros tesoros. La colección fue donada a la Biblioteca Popular Bartolomé Ronco y se visita en la Casa Ronco (San Martín 632), donde funciona la Biblioteca Popular de Azul.

LA CELEBRACION El Festival Cervantino comenzará este jueves 3 de noviembre con la inauguración del mural quijotesco que Miguel Rep pintó en dos partes: una en Alcalá de Henares y la otra en Azul. La idea de esta obra es “sellar el hermanamiento” entre las dos ciudades. El origen de esta iniciativa se remonta a 2006, cuando un importante cervantista español llamado José Manuel Lucía Megías recorrió en Azul la exposición “El Quijote sale del Hogar”, donde le llamaron la atención unos dibujos de Rep que ilustraron la edición del clásico español editada por Página/12. Unos días después Megías se reunió con el dibujante en Buenos Aires y surgió la idea de rescatar sus ilustraciones para una nueva edición del Quijote, que serviría de piedra fundacional del hermanamiento entre Alcalá de Henares –“capital mundial del cervantismo”– y Azul. La obra fue publicada por Editorial Castalia en septiembre de 2010 y recibió excelentes comentarios de parte de la crítica especializada, que le dio un lugar de privilegio junto a otras grandes ediciones históricas del clásico de la literatura española.

El siguiente paso fue el mural intercontinental. A mediados de este año, Rep desarrolló la primera parte del trabajo en Alcalá de Henares, pintando sobre una pared de 12 x 12 metros la escena en la que Don Quijote lucha contra los molinos de viento. Esa parte del mural está frente a la Casa Tapón, junto a la Plaza de los Santos Niños, en un lugar central del casco histórico de la ciudad española que ahora luce una renovada imagen con los transgresores dibujos de Rep. Esa parte de la ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, por lo cual la intervención del pintor debió ser autorizada por una comisión de políticos y artistas.

La segunda parte de la obra quedará inaugurada el próximo jueves en Azul, también sobre la pared de un edificio histórico llamado La Casa de López, ubicada sobre la costanera del arroyo Azul en las cercanías de la Plaza del Quijote, donde desde hace unos años están instaladas las esculturas quijotescas de Carlos Regazzoni.

LA MUSICA El otro plato fuerte del festival será su cierre a todo ritmo el 13 de noviembre, cuando a partir de las 20 se presente en vivo Vicentico con su banda. El concierto tendrá lugar en el Parque Municipal de Azul, donde el artista presentará su último disco Solo un momento con el mismo espectáculo que dio recientemente en el Luna Park, con la diferencia de que ahora será gratuito. Pero las actividades en el parque municipal comenzarán desde las 10, cuando en el marco del proyecto llamado “El color del viento” se desarrollen actividades ligadas al juego y armado de barriletes.

En los días intermedios entre el 3 y el 13 de noviembre, el festival continuará con conciertos de la Orquesta Típica Fernández Fierro, Luna Monti y Juan Quintero, la cubana Yusa, La Guardia Joven, La Calenda Beat (Uruguay), Diego Schissi y Efraín Azcárate. Y el teatro se hace presente con talleres de comicidad e improvisación a cargo de Christian Forteza y Osqui Guzmán y con la puesta en escena de las obras Apátrida, de Rafael Spregelburd; Desastres, del grupo cordobés Cirulaxia Contra Ataca Teatro; El Centésimo Mono, con dirección de Osqui Guzmán; La Familia Argentina, de Alberto Ure, dirigida por Cristina Banegas; Souvenir, de Stephen Temperley; y Epopeya L’Aéropostale, espectáculo de teatro y música con la participación de la pianista argentina Marcela Roggeri, el clarinetista francés Florent Héau y el actor Jean-Pierre Noher.

Entre las propuestas de teatro infantil estarán Robinson Crusoe... el mar, de Manuel González Gil y Carlos de Urquiza, y las obras Un Quijote para armar y Los títeres como lugar de encuentro. En cuanto a la danza, la programación incluye Tango y folk, de la compañía Tangokinesis dirigida por Ana María Stekelman; y Hacia el Fin, del grupo Pura Cepa, dirigido por Ana Frenkel.

POR LAS CALLES Azul no sólo es la tierra argentina del Quijote. Su origen se remonta a los indios pampa, y de hecho todavía viven allí descendientes del famoso cacique Catriel. Poblada luego por criollos e inmigrantes, la ciudad expresa una atractiva síntesis entre la tradición rural y el desarrollo arquitectónico con estilos europeos.

El centro de la ciudad es la Plaza San Martín, levantada en el mismo sitio donde el 16 de diciembre de 1832 se fundó el “Fuerte San Serapio Mártir del Arroyo Azul”, por orden de Juan Manuel de Rosas, quien dispuso que un grupo de 32 familias se asentara en esas tierras. Las edificaciones que rodean la plaza aportan la elegancia del estilo señorial que se despliega en sus calles, especialmente sobre “la Bolívar”, donde sorprenden opulentas casonas de principios del siglo XX.

Una de las construcciones emblemáticas es el Teatro Español, concebido en estilo neoclásico e inaugurado en 1897. Hasta fines de los años ‘30 pasaron por este escenario artistas de la talla del dúo Carlos Gardel y Razzano. Luego, el auge del cine y la concesión de las salas sumieron al teatro en un período de decadencia y deterioro edilicio que determinaron su clausura en 1976. Años después, el Teatro fue restaurado y reabrió sus puertas en 1994, recobrando el esplendor que buscaron imprimirle quienes integraban la Sociedad Española de Socorros Mutuos de Azul a fines del siglo XIX. Su sala con forma clásica de herradura posee excelentes condiciones de acústica y una capacidad para 500 espectadores. La Catedral de estilo neogótico, ubicada sobre una de las calles laterales de la Plaza San Martín, fue construida entre 1900 y 1906. Además vale la pena visitar el Cementerio de Azul para ver su portal diseñado por el arquitecto futurista Francisco Salomone en la década del ‘30 del siglo XX.

El Museo Etnográfico y Archivo Histórico Enrique Squirru exhibe colecciones de orfebrería pampa araucana, cerámica preincaica del Noroeste argentino, tejeduría pampa, platería criolla y joyas de plata de la cultura mapuche. Ubicado en San Martín 881, en la primera casa de dos plantas que se construyó en Azul, fue fundado por Bartolomé Ronco en 1945, quien para ello donó parte de sus colecciones particulares.

El paseo puede continuar por la Costanera Cacique Catriel, que bordea el curso del arroyo Azul hasta el lago Güemes. A orillas del arroyo se encuentra el Parque Municipal Domingo Faustino Sarmiento, el pulmón verde más importante de la ciudad, diseñado por el paisajista Carlos Thays. Este espacio verde tiene una añosa arboleda con senderos y grupos escultóricos, una réplica de un patio andaluz y una pequeña isla llamada “la isla de los poetas”, unida al parque por viejos puentes de piedra. Por último, en las afueras de la ciudad se visitan antiguos almacenes de campo y estaciones de ferrocarril, como la de Chillar, levantada al pie de las sierras de Azul