Domingo, 8 de enero de 2012 | Hoy
COSTA ATLANTICA. TEMPORADA DE VERANO 2012
Con los destinos costeros a full, tanto en visitas como en reservas, crecen los refuerzos de transporte y se celebran los anuncios de buen clima. La mirada turística vuelve a posarse con fuerza sobre nuestro mar de aquí a marzo. Un informe con precios de diversos tipos de alojamiento en los principales balnearios.
Por Pablo Donadio
Reservas al tope, gran cantidad de micros de refuerzo dispuestos desde Retiro con destino al mar, y un sol que raja la tierra sientan las bases para algo que se sabía de antemano: ésta será otra gran temporada en la Costa Atlántica. El buen clima económico y un acuerdo de aumentos de entre 15 por ciento y 20 por ciento, en principio respetado por los distintos actores del sector, así lo dicen. El buen augurio comenzó el último fin de semana largo de diciembre, con balnearios llenos como en pleno enero, por lo que algunos ya se animan a hablar de “record” para lo que viene. Como siempre, será cuestión de buscar la mejor opción acorde a cada bolsillo y pretensión, ya que Mar del Plata –por citar un destino emblemático– permite comer un plato de rabas por $30 en un parador playero y pagarlo más del doble en uno de los restaurantes del puerto. Los más de 800 kilómetros de costa bonaerense que nacen en el Norte con San Clemente del Tuyú y llegan hasta Pehuén-Co, en el Sur, permitirán a cada uno encontrar el lugar ideal. Aquí, una mirada a las grandes ciudades balnearias y algunos destinos más pequeños, camino de la Autovía 2, la Ruta Provincial Interbalnearia y sus desviaciones.
PINAMAR El partido de Pinamar es uno de los más solicitados cada verano. El encanto de su ciudad cabecera, junto a Ostende, Valeria del Mar y Cariló, nunca falla. Todo nace en sus calles, médanos y bosques, que acompañan con cierto aire de glamour la vida playera. Pinamar tendrá una completa agenda deportiva en la playa, con torneos de rugby, fútbol y polo. Para quienes deseen un recorrido tranquilo, la ciudad brinda su Circuito Turístico Histórico, que pasa por las anécdotas y hechos relevantes que ayudaron a forjar su identidad. También se encuentra aquí La Elenita, casa y museo histórico construido por el propio Arturo Frondizi.
Quienes visiten Pinamar encontrarán precios de un apart para cuatro personas en alrededor de $4500 por semana, y un departamento similar por $3000. Los hoteles de tres estrellas, entre $419 y $719 la noche en base doble, y desde $550 a $1150 para cuatro. Completan la oferta algunas opciones gasoleras, como el Hospedaje Acacias, a $100 la noche, y el Camping Saint Tropez (excelentes servicios y en la playa) a $160, con coche y carpa para cuatro ($90 la carpa para dos). Las carpas costarán entre $5500 y $7500 por mes, los paseos en cuatriciclos $220 la hora, en bici $45 y, en motos de agua, $300.
Unas cuadras abajo esperan Valeria del Mar y Ostende, con un ambiente calmo y precios un poco más accesibles. La primera es una de las localidades más bonitas y alternativas a Cariló por sus precios más económicos. La otra es el balneario más antiguo del país, después de Mar del Plata, e invita a saborear su tranquilidad, presente como en ningún lado en el Viejo Hotel Ostende, donde Antoine de Saint Exupéry supo descansar. Finalmente, tres cosas se destacan en Cariló, bajo la pátina de la exclusividad: los sectores prolijamente marcados entre las casas y aparts con servicio de ropa blanca (lo que más funciona), su coqueto centro comercial, y los hoteles y departamentos que arman una suerte de L sobre la playa. El resto es bosque y dunas. Y playas y manzanas llenas de pinos, cipreses, cedros y abetos, que siguen brindando un lugar por demás hermoso, aunque curiosamente invadido. Un apart para cuatro personas allí costará $7000 la semana, mientras un chalet de tres dormitorios no baja de los $19.200 en enero, y uno de cinco alcanza los $42.000.
PARTIDO DE LA COSTA “Preparamos una agenda cultural, de entretenimientos y deportiva con más de 150 actividades y espectáculos”, explica el intendente Juan Pablo de Jesús. Así, los que lleguen a alguna de sus 14 localidades –San Clemente del Tuyú, Las Toninas, Costa Chica, Santa Teresita, Mar del Tuyú, Costa del Este, Aguas Verdes, Costa Azul, La Lucila del Mar, San Bernardo, Mar de Ajó, Nueva Atlantis, Pinar del Sol y Costa Esmeralda– podrán disfrutarlas. Aquí ingresaron en el último fin de semana largo de diciembre unos 177.000 turistas, una cifra record, con porcentajes de ocupación de 72 por ciento en plazas hoteleras y picos del cien por ciento en muchos lugares. Eso augura una temporada sin igual, que ya se vivió desde su temprano estreno: la 45a edición de la Fiesta Nacional de la Corvina Negra, cita célebre en San Clemente del Tuyú. La tercera Edición del Paseo de la Cerveza en el Paseo Comercial Camino del Jagüel; el Primer Festival de la Música en Costa del Este; la presentación del segundo disco de la banda local Intimuru; la final del Campeonato Argentino de Motos de Velocidad en Mar de Ajó; el Safari Rally 4x4 de Punta Médanos y su tradicional Encuentro de Payadores son algunos de los eventos de esa nutrida y convocante agenda que seguirá activa hasta marzo.
VILLA GESELL Destino aferrado a lo natural gracias a años de forestación y trazado vial, Villa Gesell es otro de los grandes protagonistas de cada verano. En especial ahora que festeja sus 80 años, por lo que ha dispuesto interesantes actividades en sus cuatro localidades. La tranquilidad, pese al gran público juvenil que la colma, sigue siendo un valor propio, que puede describirse con un ejemplo: en Gesell, cabecera del distrito, no hay semáforos y la ciudad transita calma bajo el encanto de los magníficos desniveles de sus dunas (sobre el mar) y médanos (lejos del mar). Esos son escenarios perfectos para los circuitos de cuatriciclos de Yamaha, para la salida nocturna a caballo de la Caballeriza San Jorge, para las travesías 4x4 por la costa que brinda Pedro Cuevas, o para bajar a toda velocidad en las tablas de sandboard. Llegar al faro Querandí, en plena reserva dunícola, es otra de las salidas imperdibles de Gesell. En la ciudad se presenta una oferta muy amplia y diversa: un chalet para seis personas con pileta cuesta $11.000 en la segunda quincena de enero y $8500 en la de febrero. Una habitación doble en un hotel céntrico, $225 la noche; un departamento de dos ambientes, $3700 la primera quincena de enero y $3500 la segunda de febrero. Asimismo, las vecinas y “nuevitas” Las Gaviotas y Mar Azul también han tenido un diciembre muy bueno, y esos parámetros de concurrencia hacen pensar en una temporada fuerte, especialmente para los que gusten de carpa y serenas tardes en soledad. Finalmente está Mar de las Pampas, el tesoro local, cuyo crecimiento poblacional y tarifario sigue asombrando. A su bosque perfecto y fresco, matizado de sonidos de pájaros, se suma una playa de médanos que restringe la llegada con autos. Poca señal de celular, buena comida como en Aike-Malen, y el entorno de su bosque aseguran la desconexión necesaria para volver renovado.
MAR DEL PLATA Nacida como la playa selecta de la clase aristócrata, hoy es el emblema de lo popular, y así se lo festeja cada año. Por eso, si a los demás destinos le va bien, la llegada masiva a La Feliz es un hecho. Si el verano pasado convocó a más de 3.500.000 turistas, se estima que 2012 supere ampliamente esa cifra. Esta temporada además sumó atractivos, como el Dakar, a su cartelera de espectáculos. Cientos de restaurantes, boliches, bares y shows callejeros en la rambla del casino conforman la vida veraniega de la mejor metrópoli costera y con el corredor marítimo más lindo de la costa. El puerto y sus deliciosas variedades de frutos de mar, exhibidos con gracia en su reducto comercial, ofrece platos a base de pescados y mariscos en Chichilo o en El Centellón, un sello marplatense por excelencia. La visita a la sala histórica del faro, las playas amplias y sureñas de Punta Mogotes, y algún partido de los torneos de verano en el estadio mundialista son algunos de las clásicos imperdibles. Allí se ha fijado un 18 por ciento de aumento sobre los valores del último año, por lo que un departamento de dos ambientes podrá alquilarse desde $2500 en enero y uno de tres ambientes desde $3000; alquilar una carpa por temporada costará entre $5000 y $9500, y las sombrillas entre $4500 y $8000.
MIRAMAR Y NECOCHEA Siguiendo 50 kilómetros camino al Sur, Miramar tiene de todo en cuanto a actividades recreativas, y los niños se ganan un lugar gracias a la combinación de playas tranquilas para los papás y ofertas de esparcimiento para ellos. Apenas se cruza el arco General San Martín, entrada de la ciudad, llueven las ofertas que son bien aprovechadas los fines de semana por los habitantes cercanos a Balcarce, Otamendi y Tandil. Desde aquí, aseguran que la idea es tratar de mantener los precios respecto del verano pasado y que los aumentos sean mínimos. Así, un departamento chico puede conseguirse por $210 por día, mientras un chalet, a metros del mar y para nueve personas, se alquila por $8000 en enero y por $6000 la segunda quincena de febrero. Para los más gasoleros, existe la opción del camping por $30. La ampliación e iluminación de su frente costero en la temporada pasada recrea por las noches un buen lugar para caminar y disfrutar. Kartings, cuatriciclos y cabalgatas en cercanía del parque Los Patricios, y los fósiles de la reserva de Florentino Ameghino, son otros dos atributos destacados.
Aún más al Sur, Necochea abre sus 64 kilómetros de extensión playera con 300 metros de amplitud, aunque la lejanía con Buenos Aires (502 kilómetros) muchas veces le juega en contra. Si bien aquí se registran aumentos promedio como los del resto de los balnearios, sigue habiendo precios más competitivos que otras ciudades menos desarrolladas. Así, hoteles de una estrella arrancan en $190 la habitación doble, mientras los de dos costarán $260, $360 los de tres, y $400 los de cuatro.
MAR CHIQUITA Y SANTA CLARA Con más humildad y naturaleza que servicios, aparecen otros destinos que son quizá la opción posible al bolsillo de una familia grande y los gastos que conlleva. A 18 kilómetros de Mar del Plata se encuentra Santa Clara del Mar, el “pulmón” de La Feliz. Famosa no sólo por eso, sino por sus célebres salidas de pesca embarcada, los paseos de compras en la peatonal Acapulco y los sabores de su cerveza artesanal –con fiesta propia cada verano–, se pone a tono para la temporada 2012. Los médanos de la vecina Camet, apenas a unas cuadras, los acantilados de la playa El Morro, el paseo de compras Mica, así como algunos refugios gastronómicos que glorifican el buen comer (la casa de té Mis Retoños o el restaurante El Viejo Contrabandista) son ideales para llevarse el sabor a pueblo de uno de los balnearios familiares más tranquilos de la Costa Atlántica. Cabecera del partido, Mar Chiquita, invita con interesantes opciones para acampar y cabañas para hospedarse a bajos costos. En su laguna puede verse la pesca directa del lenguado, luego cocinado con maestría y a la parrilla por los paisanos. Su albufera, única en el país, recibe el aporte de aguas dulces de la cuenca continental y de agua salada del mar, y hacen del lugar un paisaje con una flora y fauna reconocida como Reserva Mundial de Biosfera por la Unesco. La combinación con el turismo rural es otro de los placeres que ofrece la visita. Los responsables de ambas localidades afirman que el aumento será acorde “al resto”, y entonces un hotel con pileta y vista al mar costará alrededor de $120 por persona por día, mientras un departamento de dos ambientes desde $2000 la quincena y desde $3000 uno de tres. Estos montos se verán reducidos en un 30 por ciento en febrero, y en un 50 por ciento en el mes de marzo
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