SUDAFRICA I VIAJE AL PARQUE KRUGER
Mundo salvaje
Debido a la paridad cambiaria con nuestro país y al precio del pasaje –inferior al de un vuelo al Caribe–, Sudáfrica sigue siendo un destino elegido por muchos turistas argentinos. Un informe con los precios y todos los datos para viajar con un presupuesto total de 865 dólares. Un safari por la reserva privada de animales Kapama, observando peligrosas fieras en su hábitat natural.
Por Julián Varsavsky
Muchos viajeros en busca de destinos exóticos se sorprenden ante el dato de que un pasaje de avión a Sudáfrica es más barato que uno al Caribe (alrededor de 1200 pesos, con impuestos incluidos). Y no tendría por qué ser de otra manera, ya que son apenas 7 horas de vuelo desde Buenos Aires. El otro incentivo de peso es que las monedas de ambos países comparten una paridad cambiaria que mantiene los precios más o menos equiparables en lo que hace a alojamientos, comidas y transportes internos. En consecuencia, partiendo de un presupuesto mínimo de 865 dólares en total, se puede viajar a Sudáfrica y visitar –exclusivamente– el Parque Kruger durante seis días. A continuación, un informe con todos los pros y los contras de esta opción y las diferentes alternativas para cada presupuesto.
EN EL PARQUE KRUGER Lo primero que debe quedar claro cuando alguien quiere realizar safaris en Sudáfrica es que el célebre Parque Kruger es tan grande como Francia. El Parque se recorre por carreteras asfaltadas o de ripio en autos de alquiler. Pero está terminantemente prohibido salirse del camino, de modo que no existe garantía de poder ver –como en un safari de película– gran parte de la asombrosa fauna africana. Al no estar permitido hacer salidas a campo traviesa, los safaris se realizan en reservas privadas ubicadas las inmediaciones del Kruger mediante excursiones que se pueden contratar desde el mismo Parque. Los safaris se hacen en grupo, a bordo de una camioneta sin techo y con el apoyo de un guía experto. Esta es la única forma en que hay una probabilidad muy alta de ver muchos animales.
En el Kruger hay quince alojamientos denominados rest-camps que sirven de base para recorrerlo. El dato clave es que son muchísimo más baratos que los alojamientos de lujo que ofrecen las reservas privadas. Para una persona con pocos días libres para viajar, la forma más práctica de organizar un viaje económico es comprando un paquete mínimo en una agencia especializada en viajes a Sudáfrica, que los arme a medida. Si la intención es solamente observar animales –dejando de lado destinos muy interesantes como Ciudad del Cabo–, el presupuesto de mínima que se debe calcular es de 865 dólares. Esto incluye el pasaje de avión con sus impuestos, 6 días de alquiler de auto con la nafta –que resultan indispensables–, 5 noches alojándose en carpa en los rest-camps, las comidas, la entrada al parque y una noche de hotel en Johannesburgo cerca del aeropuerto. En concreto, ciñéndose de manera ajustada a este plan, se puede viajar a Sudáfrica por menos de 900 dólares.
Durante los cinco días que el viajero permanezca en el parque, se dedicará a recorrer libremente todos los caminos asfaltados, a la “pesca” de animales. Una recomendación de peso es desviarse hacia los caminos de ripio –mucho menos transitados– y recorrer con la ayuda de un mapa todos los “ojos de agua” que sea posible, ya que allí es donde se concentra la mayor actividad de los animales. De esa forma se podría –por ejemplo– llegar a ver una manada de 30 elefantes revolcándose en el barro, una imagen muy poco factible en el Kruger si uno se limita a los caminos asfaltados.
Hay una serie de alternativas y agregados que aumentan el precio, aunque de manera justificada. Quienes deseen alojarse en los rest-camps pero no en carpa –el mismo plan mencionado arriba, pero alojándose en cabañas en base doble– deben calcular un presupuesto total de 1075 dólares por persona. Y para no quedarse con las ganas de ver a los Cinco Grandes (el león, el rinoceronte, el búfalo, el elefante y el leopardo), lo recomendable es contratar al menos un safari en una reserva privada, sin alojarse en ella para evitar así el alto costo que implica. Un safari matinal de 3 horas y media en alguna reserva cuesta 65 dólares, y se contrata directamente desde los rest-camps, incluyendo el transporte. Si aun así el viajero no ha podido ver la fauna mayor, simplemente deberá realizar otro safari más. Lo más usual es que las personas alojadas en elKruger recorran el parque durante el día, y por la noche hagan algún safari en una reserva (en el Kruger no se puede salir de noche a recorrer). Estos safaris no se contratan desde la Argentina al armar los paquetes sino al llegar al parque, según el gusto del viajero.
BUNGALOWS EN EL MONTE Los quince rest-camps que hay en el Parque Kruger ofrecen cabañas dobles y bungalows con baño privado, pileta y un área para carpas. Están alambrados y se ubican en medio de la nada en pleno parque. Lo ideal es ir mudándose a medida que se recorren los distintos sectores del parque. Todos tienen el mismo precio. Una habitación en base doble con aire acondicionado cuesta 39 dólares por persona (sin desayuno). Una habitación más económica –solamente en base cuádruple– cuesta 25 dólares por persona. Y para acampar se cobran 11 dólares por persona.
Dentro del parque se puede comer por un promedio de 15 dólares por día (una cena y algo muy simple durante el día). Además, cada rest-camp dispone de una proveeduría y las habitaciones tienen kitchenette, de modo que el presupuesto se puede alargar bastante. Un plato de pastas cuesta 3,5 dólares y una cena completa alrededor de 9 dólares.
Un dato importante a tener en cuenta es que a partir del 1º de noviembre comienza la temporada alta en Sudáfrica y todos los precios suben. La temporada de promoción –la más económica– va de mayo a octubre.