ESCAPADAS - TURISMO RURAL EN SAN MIGUEL DEL MONTE
Una estancia art nouveau
A una hora de la ciudad de Buenos Aires, en las afueras de San Miguel del Monte, la estancia San Pablo ofrece un fin de semana campestre en una mansión de estilo art nouveau construida en 1890, en medio de un gran jardín diseñado por el paisajista francés Carlos Thays.
Por J.V.
A fines del siglo XIX –en el tiempo de las “vacas gordas”–, San Pablo era una estancia de 3 mil hectáreas con un casco principal levantado según los lineamientos más modernos de la época: el estilo art nouveau. Hoy en día los terrenos de la estancia han sido loteados, pero sus dueños no se desprendieron del casco, al que han convertido en un refinado hotel de campo con restaurante. La vieja casona es una suerte de reliquia familiar para los Egaña, quienes llevan cinco generaciones creciendo y disfrutando de la casa de campo levantada por el abuelo del actual dueño.
Uno de los rasgos más atractivos de la casona de tres plantas es su diseño art nouveau. Los techos a dos aguas son de chapa inglesa. Dos de las habitaciones tienen una terraza-balcón con vista al jardín, y en lo alto de la fachada hay un reloj a cuerda circular de origen parisino con una campana que antaño marcaba el horario del trabajo en el campo.
La decoración interior también es un reflejo de los refinados tiempos de la argentina agroexportadora. Junto a una escalera de madera cuelga del techo una lámpara imperio al estilo napoleónico. En el salón de la biblioteca, unos antiguos sillones invitan a la lectura junto a una chimenea a leña también de estilo imperio, con enchapados en forma de palmas victoriosas –tomadas de los romanos– y unas cariátides que tanto habían fascinado al emperador francés. Las paredes del comedor están revestidas con roble de Eslavonia.
En los cuartos, el antiguo esplendor reluce en las camas y lámparas con las formas del art déco, bajo techos de cinco metros de altura. Pero lo más deslumbrante son los ventanales con vista al frondoso parque que rodea el casco.
EL ARTE DE CARLOS THAYS El parque de la estancia es obra del célebre paisajista francés Carlos Thays, quien también diseñó los bosques de Palermo. Su especialidad era mezclar las especies autóctonas con aquellas de origen exótico que tuvieran un gran valor estético. En la estancia, el resultado es una proliferación de palmeras egipcias como en un oasis, palmeras pindó de Entre Ríos, magnolias europeas y araucarias chilenas. Entre las rarezas del parque, llaman la atención una camelia de 150 años, un rincón de cactus norteños entrelazados y “un árbol de Constantinopla” que se brota con unas hermosas flores en forma de pompón de color rosa en primavera.
A lo largo de los 15 kilómetros de boulevares arbolados que rodean el casco aparecen hileras de plátanos y casuarinas que forman verdaderos túneles vegetales. Lo ideal para compenetrarse con el ambiente de campo es salir a caballo –incluido en el precio del alojamiento– para recorrer las arboledas, los bosquecillos de flora autóctona con talas y acacias, y las lagunas que rodean la zona.
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