MENDOZA > LA FIESTA DEL VINO Y LAS VIñAS
A principios de marzo, Mendoza se viste de gala. Es la Fiesta de la Vendimia, la gran cita anual del vino y los viñateros, que bendicen los frutos de la tierra madurados bajo el cálido sol mendocino. Para entonarse con la celebración, un recorrido por el mapa vitivinícola de la provincia.
› Por Graciela Cutuli
Milagrosa conjunción de la tierra, el agua y el sol, el vino es la mejor carta de presentación de Mendoza en todo el mundo para los amantes de la buena mesa. Mientras los cultores de la montaña ponen sus ojos en lo alto del Aconcagua, la cima más alta del continente, los viajeros gourmet ponen los ojos en los dorados y rojizos tintes del vino de los Andes, capaces de despertar en el pequeño espacio de una copa toda la intensidad de los sentidos. Son ellos quienes están particularmente de fiesta a principios de marzo, cuando toda Mendoza vive al ritmo de la vendimia, reviviendo los ancestrales ritos de la cosecha de la vid. Bendición de los frutos, bailes, reinas y sobre todo muchas degustaciones se suceden día a día para complacer a los paladares más exigentes y aprender los secretos de la cata, antes reservados a un puñado de expertos y ahora cada vez más difundidos en las mesas argentinas. Porque como dice un viejo refrán español, muy bien adaptado a estas tierras, “bueno es el vino, cuando el vino es bueno... pero si el agua es de arroyo puro y cristalino,siempre es mejor el vino”.
La producción de vino es el resultado de una conjunción única entre las propiedades naturales del terreno y el clima mendocinos con el trabajo del hombre. En nuestro país, la vitivinicultura tiene una larga historia, que comienza en los tiempos de la colonización española. Aunque para algunos historiadores ya había vides salvajes en nuestro continente, muchos consideran que las primeras plantas fueron introducidas en Cusco, luego en Chile y de allí se las trajo a la Argentina, en el año 1554.
Algo más de un siglo después, la cantidad de vides que contenían las tierras, además de la cercanía con la plaza principal, era uno de los factores que se tenían en cuenta para calcular su valor a la hora de la compraventa. Mendoza ya estaba en camino de convertirse en lo que es hoy: la embajadora vitivinícola de nuestro país más allá de las fronteras. Pero entre una punta y otra de la historia está el esfuerzo de los muchos pioneros que desarrollaron las técnicas de cultivo y de elaboración del vino, fundando además las primeras bodegas de la región.
Hoy en día, el mapa vitivinícola de Mendoza es un cuidado rompecabezas de viñedos y bodegas. Los departamentos que rodean la capital mendocina por el norte y el este son los principales del país por el volumen de la producción, y contienen gran variedad de uvas diferentes. El este es el mayor productor de vinos de la provincia: abarca unas 60 mil hectáreas de viñedos, entre 750 y 649 metros sobre el nivel del mar (msnm), regadas por el río Tunuyán. El norte, por su parte, se extiende en el departamento de Lavalle y parte de Maipú, Guaymallén, Las Heras y San Martín. Abarca áreas de entre 700 y 600 msnm, bañadas por el río Mendoza: en estos terrenos de poca pendiente se producen generalmente vinos blancos, como el torrontés, y algunos tintos.
La llamada Zona Alta del río Mendoza o Primera Zona, que se extiende en parte de Maipú y Luján de Cuyo, está considerada como la región productora de los mejores vinos finos argentinos. Los viñedos se encuentran entre 750 y 110 msnm, con un clima ideal para lograr la plenitud de la uva. Aquí existen unas 30 mil hectáreas de viñedos y más de 350 bodegas: sobre todo, se destaca la producción del Malbec, convertido ya en el cepaje emblemático de la Argentina. También se produce el tradicional Cabernet Sauvignon, y los blancos Chardonnay, Sauvignon Blanc y Semillón.
Al sudoeste de Mendoza, el Valle de Uco (departamentos de San Carlos, Tunuyán y Tupungato) está atrayendo importantes inversiones en materia vitivinícola. Aquí prosperan los viñedos de Merlot, Malbec, Semillón y Chardonnay, entre 1200 y 900 msnm, regados por los ríos y arroyos de la región, ideal para las uvas tanto blancas como tintas. Finalmente, el sur mendocino –desarrollado en torno a San Rafael– abarca unas 3 mil hectáreas de viñedos, entre 800 y 450 msnm, en los departamentos de SanRafael y General Alvear: aquí la principal variedad es el Chenin, además de los Chardonnay, Malbec y Cabernet Sauvignon. Todas estas regiones, todos estos vinos, son los protagonistas de la gran fiesta que en marzo convoca todos los reflectores de la provincia, en la gran celebración de los frutos de la vid.
Aunque los actos centrales se realizan en marzo, en verdad la Fiesta de la Vendimia es un acontecimiento multiplicado en toda Mendoza entre enero y abril, con innumerables manifestaciones culturales y recreativas en todos los departamentos de la provincia.
El domingo 27 de febrero se realiza la tradicional Bendición de los Frutos, uno de los momentos centrales del festejo, en el parque General San Martín de la capital. Combinación de auto sacramental con teatro y danza, se trata de un agradecimiento a Dios por los frutos de la tierra, como antiguamente lo hacían los campesinos, a través de la Virgen de la Carrodilla, Patrona Celestial de los Viñedos.
La noche del viernes 4 de marzo se realizará, por las calles del centro de la capital la Vía Blanca, un desfile de las reinas departamentales y sus carros alegóricos que permite palpitar los festejos centrales del sábado 5: a partir de las 10 de la mañana, el Carrusel 2005, un paseo por las calles céntricas de los carros alusivos y las reinas, incluyendo el paso de federaciones gauchas y otros cortejos que recuerdan la historia provincial y nacional, en particular el histórico cruce de la Cordillera de los Andes por parte del Ejército de San Martín. Finalmente, el acto central de la Vendimia 2005 será la noche del sábado 5, en el Anfiteatro Griego Frank Romero Day.
Este año, la fiesta estará consagrada a la relación del hombre con la tierra, el diálogo del campesino con la madre de todos los frutos. Bajo la dirección del folklorista Golondrina Ruiz, se espera una vendimia sencilla, basada en las imágenes regionales y proyectada hacia el mundo.
Habrá además una novedad en el Anfiteatro Griego: se trata de visitas guiadas sobre la “Historia de las Fiestas Vendimiales”, un recorrido que permitirá conocer buena parte de lo que está “detrás de la escena” de la gran fiesta, además de brindar una introducción a la historia de la vitivinicultura en Mendoza. El objetivo es que estas visitas no se detengan con el fin de la Vendimia sino que se extiendan a lo largo de diez meses, hasta convertirse en una muestra permanente sobre el tema y, a más largo plazo, en el proyectado museo de la Fiesta Nacional de la Vendimia. A estos festejos centrales se suman, el mismo fin de semana, conciertos y exposiciones, como la que se realizará el 4 y 5 de marzo en la Plaza España. Finalmente, el 12 de marzo, una gran fiesta electrónica cerrará las celebraciones en el Anfiteatro Griego. Una manera de unir tradición y modernidad, como lo hacen con notable éxito los productores vitivinícolas que llevan a todo el mundo las etiquetas del vino mendocino.
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