En estos tiempos, cada vez es más la gente que opta por el descanso y la buena comida que ofrecen las estancias y casas de campo. Muchos de estos establecimientos han reacondicionado los antiguos cascos, generalmente de paredes de adobe, donde los visitantes pueden recrear la atmósfera rural del siglo XIX y disfrutar de todo el confort del siglo XXI, como en estas dos propuestas que se describen a continuación.

UNA POSADA ENCANTADORA

A 80 kilómetros de Buenos Aires, Capilla del Señor es un antiguo poblado ideal para pasar un día de campo. Allí está la posada La Encantada, que también brinda alojamiento para una estadía bien rural. El casco principal, con gruesas paredes de ladrillo y adobe, data de 1856. La fachada presenta un estilo italiano y los techos tienen las tejas originales del siglo XIX, cuando funcionaba aquí la feria de remates de hacienda “Pedro y Antonio Lanusse”.

Un extenso parque con un molino y un bosque de eucaliptos centenarios circundan el casco. Rodeados de un césped digno de un campo de golf, crecen árboles de cítricos junto a un pequeño cañaveral, y numerosos pavos reales, vacas lecheras, ovejas y caballos retozan en libertad. Una huerta a salvo de productos químicos es el orgullo de La Encantada, y sus vegetales acompañan las comidas del restaurante, cuyos enormes ventanales ofrecen una panorámica de todo el parque. La gastronomía de esta posada se especializa en platos como pollo con salsa de naranjas (ambos ingredientes producidos en la chacra propia), lomo al champignon (los hongos crecen naturalmente en los jardines) y diversos platos de carne blanca rociada con salsas de hierbas aromáticas como el azafrán. Y como en toda estancia que se precie, los asados al aire libre son un clásico. Para los postres se puede paladear un marquise de chocolate, crépes de ricota, tarta de manzana o un vaso de yogur fresco (todo de producción casera).

Pasar un día de campo en La Encantada cuesta $ 40 (menores de 10 años, $ 20) incluyendo almuerzo y merienda. Pasar el fin de semana (con una noche de alojamiento y pensión completa hasta el domingo a la tarde) cuesta $ 150 (menores de 10 años, $ 60). Incluye dos almuerzos, una cena y dos meriendas. Alojarse con pensión completa de sábado a la mañana a domingo a la mañana cuesta $ 110. Tel.: 02323-492063. E-mail: [email protected] - www.posadalaencantada.com.ar

EN LAS SIERRAS

A 60 kilómetros de Sierra de la Ventana, la Casa de Campo La Nancy abrió sus tranqueras para alojar turistas en un punto geográfico ideal para recorrer las sierras y el Parque Provincial Ernesto Tornquist. En las afueras de la localidad de Goyena, un desvío de tierra que nace en la Ruta 33 lleva hasta la tranquera de La Nancy. Esta Casa de Campo es el centro de una estancia de 400 hectáreas. Salvo el casco, no se ve ninguna otra construcción ni torre de luz alguna en el horizonte sino un verde infinito que se pierde en la llanura pampeana.

Aunque la estancia es del año 1887, el casco es de 1927. El aroma de los eucaliptos en brasas de las salamandras impregna cada recoveco de esta casona donde se pueden ver algunas reliquias familiares, como una vitrola del escritor Ezequiel Martínez Estrada, quien vivía cerca de La Nancy y era amigo de los dueños. A las 6 de la tarde –la hora del té–, la mesa está servida con pastelitos criollos de dulce de batata y budín casero recién sacado del horno.

La Nancy dispone de 7 habitaciones muy espaciosas con piso de madera y antiguas camas de roble. A la hora de la cena, los huéspedes se reúnen alrededor de la gran mesa del comedor para disfrutar del menú. Entre los platos que se preparan figuran los crépes de espinaca y la pata de cordero a las hierbas. Nunca falta un asado durante algún almuerzo, o los tallarines amasados a mano. Un buen vino acompaña las comidas y para los postres se sirve crema catalana, flan casero o huevos a la nieve.

Durante la noche, el silencio campestre de La Nancy es casi absoluto. El vidrio de las ventanas se empaña y apenas se oye el crepitar de las brasas de una salamandra junto a la cama, y el chistido apagado de una lechuza. A la mañana, luego del desayuno, hay quienes eligen dar un paseo en sulky o una cabalgata por los campos sembrados de soja, trigo y girasol (también se produce ganado ovino y porcino). En el jardín hay unas cómodas hamacas atadas entre los árboles, y del otro lado de la casa está la cancha de bochas. Los amantes de la pesca pueden ir a una laguna cercana a Puán que es pródiga en pejerreyes. Y los golfistas disponen de una de las mejores canchas del país, cerca de Sierra de la Ventana.

Informes y reservas: 4824-9452 / 15-4936-4010.
E-mail: [email protected]
Sitio web: http://www.lanancyestancia.com.ar