En un predio de 31 hectáreas de naturaleza marina ubicado junto a Mundo Marino, se inauguró en enero del 2005 el complejo Termas Marinas: cinco grandes piletas de agua termal con 162 hidrojets y capacidad para ochocientas personas. El complejo ocupa el lugar donde funcionó el parque ecológico Bahía Aventura, que fue reformulado al descubrirse en 1999 una napa de agua termal que brota a 43 grados con un alto contenido de sales y minerales como cloruros, sulfatos, hierro, calcio, magnesio y sodio, siempre en proporciones mucho más altas que las que se encuentran en el mar.

Las piletas están en el área que rodea el histórico faro San Antonio, construido en Francia en 1892, al que se puede subir por un ascensor para observar desde un balcón circular cubierto de cristales la saliente de Punta Rasa, el Cabo San Antonio, la Bahía Samborombón, los arroyos Las Nutrias y el San Clemente, y una serie de pantanos que forman un humedal donde habita una infinidad de aves. Algunas de estas zonas de gran riqueza natural se visitan caminando por un sendero que recorre la costa de la Bahía Samborombón donde es posible ver bandadas de flamencos y un gran cangrejal. El valor ecológico del lugar se debe, en gran medida, a que estos humedales son una parada fundamental para miles de aves migratorias que llegan desde Long Island y Alaska con rumbo al sur del continente.

Gracias a que algunas de las piscinas están techadas y unidas entre sí, Termas Marinas funciona todo el año e incluso existen excursiones que se realizan en el día desde Buenos Aires (a 320 kilómetros de distancia), ya que el complejo no ofrece alojamiento.

Durante el día hay clases de aqua gym, aerobics, arquería en el bosque, paseos en cuatriciclo a pedal por las áreas naturales y un show audiovisual con un contenido ecológico. Y para los chicos se organizan juegos en un “Mini-club” lo cual permite que los padres puedan desentenderse de ellos. El complejo cuenta con un restaurante con chef de cocina internacional, un maxikiosko y salas de masajes.

Mundo Marino

Muy cerca de San Clemente del Tuyú existe desde hace 27 años el conocido megaacuario donde el atractivo principal son los celebrados shows con animales marinos amaestrados. Las estrellas del oceanario son los delfines, los leones, lobos y elefantes marinos, y una orca llamada Kshamenk que no tiene nada de asesina. Según los entrenadores, los delfines son los más afectivos y elegantes y con un mayor nivel de inteligencia. Incluso cuando algunos de los entrenadores falta por un tiempo porque se enferma, “los delfines se ponen tristes y dejan de comer”.

Los delfines realizan toda clase de saltos acrobáticos con nado sincronizado, mientras que los lobos y leones marinos son más pícaros e histriónicos, a tal punto que protagonizan una obra de teatro ambientada en un hotel 5 estrellas. Los actores animales interactúan con actores-entrenadores humanos tanto en el agua como sobre un escenario y realizan toda clase de travesuras, muecas, “gritos” y hasta se ofenden y se van. En ese mismo Estadio del mar se presenta hacia el final del día una obediente orca de 2800 kilogramos que saca su cabezota fuera de la pileta para mostrarse a centímetros de los espectadores y hace espectaculares cabriolas.

En el sector de los juegos del bosque hay unos botecitos chocadores que hacen furor entre todas las edades, y en el “albergue de los pingüinos” se observa de cerca una colonia reproductiva de estos simpáticos liliputienses que vinieron a parar aquí luego de ser afectados por alguna mancha de petróleo. Los visitantes pueden ver cómo es el proceso de limpieza y rehabilitación de estas aves, una de las diversas tareas ecológicas que lleva a cabo la Fundación Mundo Marino, cuyo equipo de biólogos y veterinarios recupera animales lastimados o enfermos y los devuelve a su hábitat natural.

SAFARI

La gran novedad de Mundo Marino es un safari a bordo de un convoy de cuatro vagones que recorren un ecosistema natural típico de la llanura pampeana y de las lagunas bonaerenses. Durante el paseo se observan garzas, patos, loros, gallaretas y chimangos. Además se cruzan ciervos dama, eland y axis, guanacos, llamas e incluso ñandúes. Y entre las especies introducidas hay búfalos africanos, antílopes de la India, carpinchos, tapires, muflones y pecaríes. El recorrido atraviesa senderos naturales y lomadas hasta desembocar en un hermoso lago de agua salada formado por las rías que llegan desde el mar. Y en el centro una pequeña isla es el refugio de montones de aves migratorias y del lugar.

El otro paseo por la naturaleza es el “Safari por los Pantanos” y se realiza en una aerolancha equipada con una tecnología que le permite navegar sobre unos pantanos casi como si los sobrevolara. Las lanchas tienen en la parte trasera una especie de gran ventilador muy ruidoso que obliga a usar auriculares. En el pantanal se ven millares de aves picoteando insectos con las patas metidas en el barro cuando baja la marea y el nivel de las rías. Pero lo más llamativo son los incontables cangrejos que salen corriendo despavoridos o se hunden en el barro para desaparecer cuando se acerca la lancha.