RIO NEGRO > VERANO EN BARILOCHE
El famoso centro de esquí Cerro Catedral se ha convertido en los últimos años en uno de los circuitos turísticos más visitados del verano en Bariloche. Trekking, clases de escalada y rappel, bicicletas y cuatriciclos. Y en el cerro Torre, ascenso en camionetas Land Rover.
› Por Julián Varsavsky
Cuando las nieves del cerro Catedral se derriten y bajan por la ladera convertidas en un arroyito cristalino, dejan al descubierto un terreno que rápidamente se tapiza de flores y de un pastito verde como una pradera. Enfrente, en la inmensidad andino-patagónica, el cordón montañoso del Cuyín Manzano se refleja con sus picos invertidos en la superficie inmóvil del lago Nahuel Huapi.
La propuesta veraniega en el cerro Catedral para este año consiste en subir hasta los 1700 metros de altura, utilizando la nueva telecabina cuádruple Amancay, y luego seguir todavía más alto, hasta los 2 mil metros sobre el nivel del mar para observar los increíbles panoramas que, en los días de cielo límpido, están entre los más coloridos de toda la Patagonia. El ticket para los medios de elevación incluye diversas actividades, tales como la posibilidad de recorrer diversos circuitos de trekking guiado. Uno de ellos se dirige al filo de la montaña hasta llegar al límite donde la ladera cae abruptamente hacia el Valle del Rucado, con su fondo de picos nevados de la Cordillera chilena. Otro sendero es el de las fuertes pendientes del sector conocido como La Laguna, donde en invierno los esquiadores extremos buscan su aventura. Aun en el verano la nieve permanece en este anfiteatro natural de piedra con algunos atisbos de vegetación. Y por último está la alternativa de realizar un paseo por el bosque de lengas que se extiende justo debajo de la estación superior Amancay, donde las flores anaranjadas que dan nombre a esta estación tapizan el sotobosque.
La siguiente opción es un circuito multiaventura apto para todo público que se realiza en la ladera Sur y desciende a pie hasta la base atravesando bosques y arroyos. En el camino se recorren varios miradores naturales que parecen diseñados para obtener la típica postal de la Patagonia.
En el Cerro Catedral también hay integrantes del equipo de recreación que son instructores de escalada y rappel, encargados de enseñar a los visitantes a realizar sus primeros pasos en alpinismo, en la zona de La Hoyita. Lo principal a tener en cuenta es que estas dos actividades son mucho más sencillas de lo que parecen, y siguiendo con atención las instrucciones se puede escalar una pequeña pared sin otra ayuda que los pies y las manos (y una soga de seguridad). Y lo mismo sucede con el rappel, que consiste en descender una pared rocosa, sujetados por un arnés con sogas.
Para los chicos hay una variedad de juegos y entretenimientos a su medida en el piso superior de la confitería Punta Princesa. Mientras los padres se van a caminar por la montaña o escalan una pared, los “bajitos” en general aceptan quedarse en el kids club. Allí, los chicos de tres a doce años tienen incluido en el precio del ticket el ingreso a este sector donde un grupo de animadores organiza actividades de recreación, talleres de gastronomía y se dispone de juegos inflables.
Las empinadas ondulaciones del cerro Catedral parecen diseñadas a priori para que el ser humano se deslice sobre ellas. Por un lado, el generoso invierno pasado depositó suficiente nieve como para que todavía sea aprovechada para jugar con trineos y snow-motos, una singular bicicleta de nieve que fue la estrella de la temporada 2005. Pero en el verano los aventureros del cerro Catedral se deslizan básicamente sobre ruedas. En la base del cerro hay una cabaña de informes donde se pueden contratar excursiones en bicicleta y en cuatriciclo para realizar circuitos al arroyo Casa de Piedra, al mirador de La Cueva e incluso al lago Moreno en una excursión de dos horas por senderos entre bosques de altos coihues.
La otra alternativa sobre ruedas es una novedosa disciplina llamada mountain board, que consiste en deslizarse por la ladera sobre un skate decuatro ruedas de goma inflables que permiten una buena estabilidad y facilidades de maniobra gracias a un freno que tienen en las ruedas traseras, accionable a mano. Para practicar mountain board se utilizan casco, rodilleras, guantes y muñequeras, y la pista está en el sector de la base (se sube con el medio de arrastre Jumbo I), aunque los más experimentados comienzan en la estación superior Amancay para descender hasta la base del cerro.
Una nueva excursión se suma este verano a las alternativas que ofrece Bariloche: se trata del ascenso en camionetas Land Rover Defender 4x4 hasta la cumbre del cerro López, atravesando un bosque de altas lengas. Un poco más arriba, donde aún en verano se conserva una profusa nieve, está el Refugio López, el primero de la cadena de refugios dispersos en los cordones montañosos de la zona. Allí se sirve al mediodía una exquisita fondue y por la tarde deliciosas tartas de frutos del bosque –frutillas, grosellas y cerezas–, preparados con cocina a leña. Antes del descenso, una breve caminata por el “Camino de los Carpinteros” permite oír el inconfundible “toc, toc” que hacen los pájaros con cresta roja en los troncos viejos, en busca de insectos.
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