VENEZUELA > EL PARQUE NACIONAL MORROCOY
En el estado de Falcón, el Parque Nacional Morrocoy es un archipiélago de islas al que se llega en lanchitas de pescadores. Las alternativas van desde pequeños cayos de arena blanca sin una sola palmera hasta populosas playas que están entre las más paradisíacas del Caribe venezolano.
› Por Julián Varsavsky
Si uno se levanta bien temprano un día de semana en la localidad de Chichiriviche y contrata una lanchita de pescador que lo lleve hasta el cayo Pelón, podrá darse el impagable gusto de quedarse sin nadie a la vista –salvo la compañía elegida–, una hora en una islita de arena blanca que sobresale apenas sobre la superficie del mar, sin la más mínima vegetación. Es el sueño de la islita desierta –como la de las historietas de náufragos–, pero sin siquiera una palmera. En el cayo Pelón todo es absolutamente simple y natural, es decir que no hay un muelle –para desembarcar hay que tirarse al agua– ni construcción alguna. Y ni siquiera una roca rompe el minimalismo del paisaje, que es sólo agua y arena. El pescador deja entonces a sus pasajeros y a la hora convenida los vuelve a buscar. Pero claro, la soledad dura poco, porque este cayo es uno de los preferidos de mucha gente, que se acercan en sus propias lanchas y yates o en las de pescadores llamadas peñeros.
AL NATURAL El Parque Nacional Morrocoy es básicamente un archipiélago de islas y cayos donde están las mejores playas de Venezuela, junto con las del exclusivísimo archipiélago de Los Roques. La diferencia con las anteriores es que en Morrocoy, por un lado, los visitantes se alojan en la localidad continental de Chichiriviche, una ciudad balnearia con toda la infraestructura para alojar turismo masivo, principalmente de origen nacional. Lo normal es entonces alojarse en Chichiriviche –o en la vecina y menos confortable Tucacas– y zarpar todas las mañanas desde los muelles de las lanchitas colectivas que llevan hasta ocho personas que elijan un destino en común. Esta es la principal diferencia con Los Roques, ya que Morrocoy resulta mucho más económico –no se necesita avión– y en la ciudad de Chichiriviche hay una variedad hotelera que abarca todos los presupuestos. Incluso en algunas islas se puede acampar.
Los venezolanos utilizan Morrocoy como destino de fin de semana al que llegan desde gran parte del país en pocas horas de auto (cuatro desde Caracas). Y para los extranjeros la gracia está en quedarse una semana, hacer un buen arreglo con algún peñero y dedicarse a recorrer un cayo distinto cada día.
LA PISCINA El que probablemente sea el lugar más original de todo el parque es conocido como Los Juanes o La Piscina. Aquí los peñeros acercan a los turistas hasta una zona rodeada de inaccesibles manglares donde se anclan las embarcaciones para que la gente se tire al agua en medio del mar, que les llega apenas hasta la cintura. Lo curioso es que aquí no hay playas ni tierra firme, y se forma una especie de piscina natural con el agua muy caliente para ser de mar, debido a la escasa profundidad y la falta de oleaje.
El ambiente de la piscina es de lo más festivo. Las lanchas privadas compiten a ver quién pone la salsa y el reguetón más fuerte, mientras entre la gente pasan vendedores ambulantes de artesanías impulsando con la mano sus puestitos flotantes. Desde algunas embarcaciones se ofrecen porciones calientes de paella, cazuela de mariscos y hasta langostas, que se pueden pagar con tarjeta de crédito, aun en medio del mar. También hay botes más sofisticados donde se venden ostras y diversas clases de moluscos infalibles según los venezolanos, cuyos nombres lo dicen todo: “vuelve la vida”, “siete potencias” y “levanta muertos”.
Una de las islas más visitadas es El Sombrero, que en su parte norte está flanqueada por unos arrecifes coralinos que detienen las corrientes marinas. Por eso sus aguas son calmas y muy cristalinas, pobladas de peces de colores que se observan a simple vista con una máscara para hacer snork. Al mismo tiempo hay empresas que ofrecen servicios de buceo. Y se considera que los mejores lugares para este deporte están en los cayos Norte, Medio y Sur.
CAYO SAL El lugar más visitado de todo el parque es el cayo Sal, tanto porque es el más extenso como por ser el más cercano al continente. En su interior hay una gran salina, dos playas, un restaurante, baños no muy limpios, un palmeral con generosa sombra y alquiler de sillas y toldos.
La isla Paiclás es considerada la ideal para ir con niños, ya que en sus balnearios las aguas se van haciendo profundas muy de a poco. La de Pescadores, por su parte, es la isla más lejana y por lo tanto la menos concurrida, algo muy valorado en los fines de semana. Aunque como contrapartida carece de todo servicio.
El cayo Playuela es otro de los muy visitados, Lo recomendable es llegar temprano para conseguir una buena ubicación bajo una palmera. Allí están las playas de Playuela y Playuelita, la segunda con un alto nivel de intimidad –algo alejada– elegida por las parejas que buscan un poco de tranquilidad, mientras que las familias con chicos se quedan en la anterior. En el pequeño restaurante de este cayo se encarga comida en base a la pesca del día y los mozos la llevan directamente a la playa, ya que casi no tienen mesas.
Con una temperatura uniforme que oscila entre los 27 y los 30 grados centígrados todos los días, y un clima seco en el que casi no llueve, en el Parque Nacional Morrocoy se disfruta del prototipo de playa caribeña en un cayo virginal –mucho más paradisíacas que las playas continentales– a un precio bastante accesible en comparación con lo que suelen costar otros lugares similares en cualquier lugar del Caribe.
Cómo llegar: Desde Caracas se llega por la Autopista Regional del Centro hasta la ciudad de Valencia (150 kilómetros). Allí se toma la autopista hasta Puerto Cabello y luego el desvío a Tucacas. En micro se puede tomar cualquiera que vaya a Valencia, y desde allí otro hasta la ciudad de Chichiriviche.
Cada viaje ida y vuelta en peñero a los cayos del Parque Nacional Morrocoy cuesta entre 15 y 70 dólares por lancha, según la distancia, y a pagar entre la cantidad de personas que se junten en los muelles con el mismo rumbo.
Dónde alojarse: Los precios de los alojamientos van desde 25 a 100 US$ por persona.
La Posada La Ardileña está ubicada en una isla en pleno archipiélago de Morrocoy, a metros del mar. Tiene 14 elegantes habitaciones. www.ardile na.com
Una alternativa de hotel con entretenimientos, shows musicales y piscinas con toboganes de aguas es el Coral Suites, que tiene 230 habitaciones. www.hotelcoralsuites.com
Para pernoctar en los cayos –ya sea en los hoteles o en carpa– hay que pagar un impuesto en la sede local del Instituto Nacional de Parques Tel.: 0259-8120053. Los lugares autorizados para quedarse son los cayos Sal, Sombrero, Muerto y Pay Clas.
Dónde informarse: Embajada de Venezuela. Virrey Loreto 2035. Ciudad de Buenos Aires. Tel.: 4788-4944 www.embavenarg.org
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