En Tierra del Fuego también se practica el esquí skijoring, que consiste en esquiar con un perro al que se lleva atado con una soga de 2 metros y medio. La idea no es por supuesto que el perro haga todo el esfuerzo sino que la cosa sea compartida. Por lo general se realiza con un perro propio, aunque también se lo puede alquilar. La clave de todo está en la capacidad y habilidad que tiene el esquiador para lograr que el perro obedezca las voces de mando.

Otro deporte que no podía faltar en el Fin del Mundo es el más romántico patinaje sobre hielo. En Ushuaia, uno de los lugares preferidos es la congelada Laguna del Diablo, ubicada en el Barrio Andino. La entrada es gratuita y además se puede patinar de noche, ya que está iluminada.