- Cómo llegar: El punto de partida del safari es por lo general la ciudad tanzana de Arusha, muy cerca de la frontera keniata y a los pies del monte Meru, cuya silueta de 4566 metros domina el paisaje. Las opciones y los operadores son muchos, pero es conveniente no dejarse llevar por los numerosos personajes que ofrecen tours en la calle, a veces de forma un tanto agresiva. A Arusha se puede llegar desde Dar Es Salaam, la capital del país, o desde Nairobi, la capital de Kenia. Incluso hay vuelos directos desde Europa, que evitan pasar por las capitales. Dar Es Salaam, una ciudad poco atractiva, está a varias horas de camino, en cambio Nairobi está mucho más cerca, aunque se debe cruzar un paso de frontera.

- Visitas a los parques: Las opciones son muchas y dependen del poder adquisitivo y las comodidades o incomodidades que el turista está dispuesto a tener. En general, las excursiones van en camionetas todo terreno que llevan a cuatro o cinco personas, por lo que es una buena opción compartir el viaje con otros viajeros, abaratando el costo individual. La mayoría de las opciones varían entre tres y cinco días de safari, con distintas alternativas en cuanto a los recorridos.

- Safaris: Hay muchísimas ofertas, pero un safari de cinco días en grupo, en campamentos básicos, oscila entre 650 y 850 dólares, dependiendo del recorrido y la agencia. Incluye entradas, traslados, comidas, noches de camping y guías-cocineros-chofer. En hoteles y lodges dentro del Serengeti, los precios comienzan en los 2000 dólares, según comodidades y días. A todo hay que sumar el gasto de las propinas para el personal de servicio, que no son baratas.

- Para tener en cuenta: Hay que tomar medicación preventiva para el paludismo. Asimismo la vista para Tanzania, que se paga al llegar, cuesta 50 dólares.

- Más información: www.tanzaniaparks.com