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El acta fundacional de Camagüey se perdió en algún saqueo de piratas o en uno de los muchos incendios, pero hay bastante consenso entre los historiadores respecto de que la fecha por evocar es el 2 de febrero de 1514. Por eso, en la víspera del pasado aniversario, los festejos comenzaron con una gala en el Teatro Principal donde se ejecutaron 18 partituras de los siglos XIX, XX y XXI compuestas en honor a la ciudad y rescatadas del olvido, incluyendo boleros, congas, sones, preludios y serenatas. El día de los 500 años, miles asistieron a la Plaza de la Revolución Mayor General Ignacio Agramonte, donde hubo una serenata en ocho cuadros inspirada en los versos del Poeta Nacional de Cuba, Nicolás Guillén (autor de la Elegía Camagüeyana). En escena hubo 800 artistas con el Ballet Camagüey, Adalberto Alvarez y su Son, y diversos declamadores, músicos y cantantes. La fiesta estuvo a la altura de la circunstancia, ya que Camagüey es una ciudad con más historia –si se mide por la edad– que Lima, Buenos Aires, Río de Janeiro o Nueva York.