Tierra del Fuego es la meca sudamericana del esquí de fondo. En el centro Tierra Mayor está la pista más famosa –donde larga la popular Marcha Blanca– comunicada con otras vecinas, lo que permite hacer circuitos kilométricos. Esta es la forma más sencilla del esquí, practicada en superficies planas o con leves declives y subidas. Aquí cuenta la resistencia antes que la velocidad y por eso es un excelente ejercicio aeróbico.

En cuanto al esquí alpino, en un año de poca nieve en la Patagonia el centro de esquí Cerro Castor es quizás el menos perjudicado de todos, ya que al ser el más cercano al Polo Sur tiene mayores nevadas sobre unas laderas que, además, casi no reciben los rayos del sol de manera directa. Esto permite una nieve en polvo ideal durante todo el día, atrayendo cada año a unos 400 profesionales del Hemisferio Norte que vienen a entrenar durante el verano europeo.