El sur de la provincia de Buenos Aires y la estrecha franja costera de la de Río Negro ofrecen también toda una sucesión de balnearios de diversa importancia y caracteres variados. Miramar es uno de los más importantes. Su proximidad de Mar del Plata la transforma en una especie de alternativa para quien quiere tener las comodidades de Mar del Plata sumadas a las de un balneario más chico y tranquilo. A pocos kilómetros está también Mar del Sur, un pueblito que en otras épocas soñó con ser el mayor balneario argentino. Una utopía que hoy recuerdan las ruinas del Hotel Boulevard Atlántico.
Necochea es el otro balneario clave de esta zona. Su casino es renombrado y le agrega un toque de atrevimiento a las tranquilas calles de su centro. Tiene un complejo de museos en medio de un hermoso parque (Museo Histórico, Museo Bromatológico, Museo de Ciencias Naturales y Museo de Bellas Artes).
En toda esta porción de la costa que mira al sur, hay varios otros balnearios, la mayoría sin más infraestructuras que las que puede ofrecer un pueblito: Costa Bonita, Orense, Claromecó, Puerto Quequén, Reta, Oriente y Monte Hermoso, ya cerca de Bahía Blanca y al sur de las Sierras de la Ventana, para combinar turismo de playa y de montaña, tardes al sol y escalada.
Y hay balnearios más al sur todavía. En la provincia de Río Negro, el más importante es Las Grutas, es más sureño, el más exótico y un microclima lo beneficia con aguas templadas. Es una hermosa combinación de playa y barrancos, arenas y rocas, que de alguna manera se asemeja al Mediterráneo por el azul intenso de sus aguas. Es además un lugar único donde se puede disfrutar plenamente del mar, ya en plena... Patagonia.