La virginal playa de Santa Lucía
Son 19 kilómetros exactos de arena blanca que corren en paralelo a la segunda barrera de coral más larga del mundo. A sólo 200 metros de la costa, los corales insinúan su cresta con el vaivén de las olas, a las que detienen de lleno dando como resultado otros 19 kilómetros exactos de piscina natural de color esmeralda, que conforman una de las playas más hermosa de toda Cuba: Santa Lucía.
Ubicada a 96 kilómetros de Camagüey, Santa Lucía se distingue de otras playas emblemáticas como Varadero por el aura virgen que la rodea, aunque hay cinco grandes hoteles, como el lujoso Hotel Cuatro Vientos. Por otra parte, se visitan lugares de particular encanto como la laguna El Real, con una gran colonia de flamencos rosados. Pero la gran estrella de Santa Lucía es la barrera de coral que bordea el litoral norte de Cuba a lo largo de 165 kilómetros, que en la zona de Santa Lucía es donde más se acerca a la costa. En la gigantesca piscina natural se puede nadar a gusto, navegar en windsurf, practicar snorkelling en zonas de coral donde se puede hacer pie, y por sobre todo bucear sin peligro alguno. Este magnífico monumento natural alberga unas quinientas especies de peces tropicales, doscientas variedades de esponjas de todos los colores imaginables, y cincuenta clases de corales como el cuerno de ciervo y el ramillete de novia. Además hay estrellas de mar, erizos y caracolas de grandes dimensiones. Y para los más duchos en el deporte de husmear en las profundidades del silencioso mundo submarino, quedan las opciones de rondar por los barcos de antiguos naufragios o bucear entre tiburones.
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