Recorriendo Islandia
Islandia puede recorrerse de muchas maneras. Una de las más accesibles y sencillas es con un ómnibus que rodea todo su territorio. Otros eligen los trekking veraniegos y por sobre todo las cabalgatas. Los “caballos de larga crin” típicos de Islandia, como los describía Borges, son descendientes directos de los que había en la Europa antigua, y nunca fueron cruzados con otras razas (en Islandia está prohibida la importación de cualquier animal o planta desde hace siglos). Esta raza islandesa se caracteriza por haber mantenido los cinco pasos de los caballos originales: además del paso, el trote y el galope, también andan en “tölt” (un paso parecido al andar de los caballos de paso peruanos) y el “amble”, que se usa para carreras.
También se organizan en Islandia paseos especiales en ómnibus adaptados para recorrer sin dificultad las montañas de la región central: así se atraviesan grandes capas de lava, desiertos de arena, campos de hielo, lagos glaciarios y un terreno agrietado con volcanes apagados. Por la noche se duerme en carpa, cerca de algún manantial de agua caliente donde recuperar el calor. Estos campamentos se hacen de junio a agosto, tal vez la mejor época para conocer Islandia: no sólo porque los días son increíblemente largos, sino también porque es la temporada de todas las fiestas en homenaje a ese sol de medianoche que caracteriza el verano en las regiones más extremas del norte de Europa.