Arboles de muy larga vida
El principal destino desde Esquel es el Parque Nacional Los Alerces, creado en 1937 para preservar los bosques milenarios de alerces, esos gigantes de la selva valdiviana que están entre los seres vivos más antiguos del planeta. Tomando como ejemplo el alerce más visitado del parque –el “Abuelo”–, impresiona pensar que ese árbol ya existía cuando el hombre aún estaba en la Edad de Piedra. En el transcurso de los 2600 años que le llevó crecer sus 57 metros de altura, fue fundada Roma y su imperio, cayó Constantinopla, se descubrió América, Armstrong caminó por la Luna y cayeron las Torres Gemelas. Y mientras tanto el alerce siempre estuvo allí, incólume en una porción de tierra de dos metros de diámetro, brotándose de hojitas tersas cada año, como en una parábola de la eternidad.