En un viaje por las estancias de La Pampa casi ningún visitante se quiere perder el paseo hasta el antiguo pueblo de Victorica, ubicado a 153 kilómetros hacia el oeste de Santa Rosa. A 10 kilómetros del pueblo, se encuentra un lugar sagrado para los descendientes de los indios ranqueles: la tumba del cacique Mariano Rosas, quien murió en 1877. Su tumba fue profanada poco después de su muerte por el Ejército Argentino y su cráneo fue enviado al Museo de Ciencias Naturales de La Plata. Recientemente, luego de 123 años, los restos del cacique fueron devueltos a su lugar de sepultura, una pirámide de troncos que sostiene en lo alto una urna con el cráneo.
En Victorica se visitan los restos de un pisadero donde se utilizaban caballos viejos o renegados para pisar el barro con el que se hacían los bloques de adobe para las casas. El pueblo es también un buen lugar para disfrutar la gastronomía local. Las especialidades son el ciervo y el jabalí, que se utilizan como ingredientes básicos para diversos platos. Algunas recomendaciones son el paté y el chorizo de ciervo, el lomo de jabalí ahumado con aceite de oliva y las empanadas de carne y humita.