Trekking en el parque nacional
El Parque Nacional Tierra del Fuego está surcado por varios cordones montañosos paralelos, separados entre sí por profundos valles que alguna vez albergaron inmensos glaciares. Los hielos se fueron retirando lentamente hace miles de años y en su lugar quedaron las montañas, con un intenso verde en sus faldeos bajos. Recorrer estos valles en verano es un colorido espectáculo que contrasta fuertemente con la imagen blanca y gris que uno tiene por lo general de Tierra del Fuego.
En el Parque Nacional hay ocho circuitos por donde el viajero puede internarse libremente (un día entero no alcanza para explorarlos todos). Uno de los más visitados –por representativo y de fácil acceso– es la Senda Laguna Negra. El circuito mide un kilómetro y es ideal para conocer un turbal, ese fenómeno tan característico de Tierra del Fuego.
A pocos metros de la Senda Laguna Negra, cruzando el puente sobre el río Ovando, el recorrido empalma con el Paseo del Mirador, que ofrece desde lo alto una espectacular vista de la Bahía Lapataia. Hasta El Mirador serecorren 500 metros a pie y luego se continúa un trecho similar en bajada conocido como Paseo del Turbal. Finalmente se desemboca en la famosa bahía, uno de los lugares más hermosos del parque, poblada de cauquenes, esos gansos salvajes emblemáticos de la Patagonia que siempre andan en pareja: el blanco es el macho y la hembra es de color negro. En Bahía Lapataia un significativo cartel advierte sobre la verdadera dimensión del lugar adonde se ha llegado: “Aquí termina la ruta nacional 3. Buenos Aires 3063 km. Alaska 17.848 km”. Un poco más allá, se termina el mundo.