Las narices
Se llama “narices” a los expertos perfumistas cuyo trabajo va más allá de la apreciación olfativa y la distinción de las fragancias: son ellos los únicos capaces de crear nuevas texturas aromáticas, gracias al delicado equilibrio entre las distintas materias primas. Siempre equipados con sus pequeñas balanzas de precisión, pero moviéndose sobre todo gracias a una prodigiosa intuición, las “narices” pueden memorizar y reconocer hasta 3000 olores diferentes, componiendo nuevas fórmulas que prueban cada vez en pequeños papeles impregnados de perfume. De las muchas pruebas, sólo unas pocas pasarán –tal vez después de meses o años– a la etapa definitiva de fabricación. Para dar una idea del grado de especialización de este particular trabajo, en Grasse y Eze los expertos recuerdan que hay unos 1000 perfumistas en el mundo, y menos de cincuenta de ellos son auténticas “narices”.
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