Del anzuelo a la boca
Las posibilidades culinarias en el complejo Barrancas son tan variadas que resulta difícil elegir. Por un lado, lo normal es que los pescadores cocinen ellos mismo el fruto de su pesca en las parrillas de los quinchos ubicados frente a las habitaciones (el hotel provee la vajilla). El hotel también se encarga de congelar la pesca para que llegue a Buenos Aires en buen estado. Otra alternativa es darle los pescados al personal del hotel para que los cocinen. Además, los pescadores locales suelen pasar al atardecer por las playas del hotel ofreciendo bogas de 4 kilos ya eviceradas por sólo $ 2. La carta del restaurante incluye milanesa de surubí ($ 9) y conejo a la cacerola. También se pueden pedir dorado, boga y pacú, fritos o a la parrilla. Unos de los platos que despierta los mayores halagos es el surubí a la mostaza o al roquefort. Además está el pacú al horno, que es considerado el pescado de río más sabroso. Y si a alguien no le gusta el pescado, se ofrecen pastas caseras de primera calidad ($ 5). Para los postres hay dulces regionales como el aguey o el mamón, acompañados con queso. Todos estos platos están incluidos en laopción de pensión completa. Una comida completa con postre y bebidas cuesta $ 12.
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