El atentado llegó un día después del inicio de sesiones del nuevo Parlamento español, dominado por el partido socialista del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que prometió adoptar una política de tolerancia cero hacia ETA.

Un comunicante anónimo que dijo pertenecer a esa organización separatista vasca llamó al servicio de asistencia vial español DYA para alertar de la presencia de la bomba media hora antes del estallido, que se registró a las 6 (la 1 de Argentina).

Siete policías vascos resultaron heridos leves, dos de ellos con daños en sus oídos por la onda expansiva, el tercero al caer por una escalera y otros cuatro que sufrieron cortes al caerles encima cristales, indicaron fuentes del cuerpo policial.

La rápida actuación de los policías para desalojar a los vecinos fue la causa de que varios de ellos resultaran heridos, afirmó el consejero del Interior vasco, Javier Balza, en declaraciones radiales.

El estallido causó daños importantes en la sede socialista y edificios aledaños, así como en varios automóviles, además de ocasionar el corte del suministro de agua en la zona, informó la policía.

Según explicó el Departamento de Interior vasco, una patrulla de la policía había detectado sobre las 5.10 de la madrugada un objeto sospechoso en la Casa del Pueblo, la sede del PSE-EE (Partido Socialista de Euskadi), en el barrio bilbaíno de La Peña.

Media hora después, una persona que dijo hablar en nombre de ETA alertó de la colocación del artefacto.

El consejero del Interior vasco dijo en declaraciones a la radio Cadena Ser que "el atentado estaba dirigido contra el partido socialista, pero lo sufre todo el pueblo vasco".

"Como en todos los casos anteriores, las casas, los vecinos sufren daños serios, pero es toda la sociedad la que está sufriendo la locura terrorista", añadió Balsa.

Rodolfo Ares, Secretario de Organización del PSE, afirmó que el partido socialista "es fuerte para seguir en Euskadi (País Vasco) plantándole cara a los terroristas y buscando la máxima unidad de los demócratas para derrotar al terrorismo".

El atentado en Bilbao fue el quinto que ETA cometió contra los socialistas desde la ruptura de un alto el fuego y el primero desde el asesinato del ex concejal Isaías Carrasco, dos días antes de las elecciones generales del 9 de marzo pasado.

Zapatero, reelecto en esos comicios, prometió una línea más dura hacia ETA durante el presente mandato, luego de las críticas que recibió de la oposición conservadora por sus intentos de dialogar con ETA en sus primeros cuatro años en el poder.

El rey Juan Carlos llamó ayer a los partidos políticos a unirse para derrotar a ETA, al inaugurar el período de sesiones del nuevo Parlamento surgido de las elecciones.