Luego de ocho meses de juicio y 80 audiencias, a lo largo de las cuales declararon decenas de testigos, los integrantes de la Cámara del Crimen de II Nominación darán a los 15 acusados la posibilidad de decir sus últimas palabras en el debate por los asesinatos de Leyla Nazar y Patricia Villalba.

Por el doble crimen de La Dársena, cometido en el año 2003, se hallan directamente acusados el ex jefe de Inteligencia del gobierno juarista, Antonio Musa Azar; su hijo, del mismo nombre y apodado "Musita"; los policías Daniel Mattar, Pablo Gómez y Héctor Albarracín, y el carnicero José Patricio Llugdar.

En tanto hay otros nueve acusados por encubrimiento, quienes podrían quedar absueltos ya que la fiscalía decidió no formular acusación en su contra.

Tras las últimas palabras de los imputados, el tribunal pasará a un cuarto intermedio para deliberar hasta la tarde, cuando se estima que dará a conocer su veredicto.

El caso comenzó el 16 de enero de 2003, cuando la joven Leyla Nazar (23) dejó en su casa a su amiga, Cristina Juárez, y se dirigió a una whiskería para participar de una fiesta de sexo, alcohol y drogas en un lugar que no pudo determinarse durante el debate oral.

Según dio por probado la fiscal del juicio, Olga Gay de Castellano, Leyla mantuvo relaciones sexuales con Antonio Musa Azar hijo y un carnicero, José Patricio Lludgar, pero como luego les dijo que tenía Sida, la mataron.

Lo que no se pudo determinar fehacientemente en el juicio es qué ocurrió luego con el cuerpo de Leyla.

Algunas hipótesis apuntan a que el cadáver de la joven fue llevado a la reserva ecológica de Arraga, propiedad de la familia Musa Azar, donde fue descuartizado y arrojado a la jaula de animales depredadores.

Otros indicios indican que el cuerpo se descompuso en el mismo lugar en que luego fue encontrado, el 6 de febrero del mismo año, en un monte de La Dársena.

La otra víctima del caso es Patricia Villalba (25), quien la noche del 5 de febrero de 2003 fue secuestrada, tras un engaño, a dos cuadras de su negocio, y llevada en un auto policial hasta la reserva de Arraga, donde fue sometida a torturas y abandonada en estado agonizante, hasta que murió.

De la investigación surgió que tras el crimen de Leyla, a quien no conocía, Villalba concurrió a una fiesta de carnaval en la bailanta "Arbol solo" y allí le contó al carnicero Lludgar que estaba al tanto del asesinato.

Entonces, Lludgar le informó de esta situación a Musa Azar padre, quien ordenó matar a la chica para que eventualmente no lo comprometiera en el asesinato.

Gay Castellanos sostuvo que el ex funcionario dio esta orden porque formaba parte de "una organización delictiva que provenía desde la estructura del poder y por la impunidad de la que gozaba" al pertenecer al gobierno que lideró primero el caudillo peronista Carlos Juárez y luego su esposa, Mercedes "Nina" Aragonés.

Para la fiscal, el ex jefe de Inteligencia ordenó a los policías Gómez, Mattar y Albarracín, quienes trabajaban para él, que torturaran y luego asesinaran a la joven, cuyo cuerpo apareció después a sólo dos metros del de Leyla.

Por el asesinato de Villalba, Gay de Castellano pidió que se condene a prisión perpetua a Musa Azar padre, a los tres policías y al carnicero Lludgar, al entender que conformaron una "asociación ilícita" para eliminar a la joven.

Asimismo, reclamó por el crimen de Leyla una pena de 13 años de cárcel para "Musita" Azar, hijo del ex funcionario juarista, quien al momento de ser detenido cursaba el último año de la carrera de Medicina en la Universidad de La Rioja.

Fuentes judiciales recordaron que "Musita" está preso desde hace casi cinco años, por lo que en caso de que sea condenado a la pena solicitada por la fiscal, podría recuperar la libertad porque cuando fue detenido estaba aún vigente la ley del dos por uno.

En tanto, si Musa Azar padre es sentenciado a prisión, podría solicitar el beneficio del arresto domiciliario, porque ya tiene 72 años.

En el debate, también se juzgó a otras nueve personas por encubrimiento, pero la fiscal pidió la absolución de todos por falta de pruebas, en coincidencia con lo que hicieron cada una de las defensas.