David Nalbandian pagó caro el desgaste físico de la jornada previa y perdió hoy por 3-6, 6-3, 7-6 (7-2) y 6-0 frente a Nikolay Davydenko, por la semifinal de Copa Davis que animan en Buenos Aires la Argentina y Rusia.

La serie cobró suspenso y quedó ahora igualada en dos, ya que se definirá en el quinto y último punto del partido que jugarán a continuación el tandilense Juan Martín Del Potro y el ruso Igor Andreev.

Nalbandian jugó con mucha autoridad en el comienzo del encuentro y tras aprovechar un oportuno quiebre en el cuarto juego, sacó una pequeña luz de ventaja que le sirvió para ganar el primer set por 6-3.

En el primer juego del segundo set, el argentino volvió a quebrar el saque del tenista ruso, pero de a poco fue mermando su nivel de juego, al tiempo que Davydenko crecía en intensidad y precisión.

En un set muy emotivo, en el que las 14.000 personas presentes en el estadio se hicieron sentir y mucho, Davydenko supo sacar provecho de sus finos golpes angulados con los que desgastó a Nalbandian para imponerse por 6-3.

El tercer parcial fue el más vibrante de todos los jugados hasta el momento en la serie y así lo entendió el público que puso a Nalbandian al borde de la sanción en un par de oportunidades.

El argentino, visiblemente cansado, resignó el saque en el quinto juego pero lo recuperó milagrosamente en el décimo para evitar perder el parcial.

En el undécimo game se jugaron 24 puntos infartantes, con seis break points levantados por el argentino para ponerse 6-5, aunque finalmente no le sirvió porque el ruso logró forzar el tie break.

Ese fue el comienzo del fin para el cordobés, quien tras entregarlo por 7-2, literalmente cedió el encuentro en el cuarto set, que lo perdió por 6-0, ya sin respuesta física alguna.

Nalbandian, quien en principio no iba a jugar el punto de dobles, justamente para enfrentar a Davydenko en la mejor condición, le pidió al capitán Alberto Mancini estar presente ayer y hoy su pobre estado físico le jugó una mala pasada.

Su talento alcanzó para ganarle el primer set a Davydenko, número 6 del mundo, pero luego su merma física permitió el repunte de su rival, en una dolorosa derrota que deja la serie como al comienzo y con una inesperada cuota de suspenso.