Fuentes policiales informaron que el joven falleció en la madrugada de ayer en la Unidad de Terapia Intensiva del Instituto del Quemado del hospital San Bernardo, donde estaba internado desde hace una semana.

El joven fallecido estaba conectado a un respirador artificial con el 85 por ciento de su cuerpo afectado por quemaduras del tipo A y B, con pronóstico reservado.

En el mismo hospital, siguen internados otros tres adolescentes con quemaduras de distintos grados.

Fuentes médicas dijeron que dos de ellos siguen en estado crítico, con lesiones que afectan el 70 por ciento de sus cuerpos, mientras el tercero sufrió quemaduras en sus piernas y quedó internado en observación.

El motín fue perpetrado en la madrugada del 25 de diciembre, durante los festejos por la Navidad, cuando siete jóvenes alojados en la comisaría 20 atacaron a los guardias policiales en un aparente intento de fuga, tras lo cual quemaron colchones.

La combustión de los colchones provocó la muerte de tres jóvenes por inhalar los gases derivados de la quema, mientras dos policías fueron hospitalizados con heridas de arma blanca.

La comisaría 20 de San Ramón de la Nueva Orán había sido escenario en 2006 de otro motín similar en el que cuatro jóvenes murieron tras la quema de colchones.

El caso es investigado por la jueza de Instrucción salteña Norma Vera. Fuentes de la investigación dijeron que la revuelta comenzó cuando un grupo de jóvenes intentó escapar de la comisaría durante el feriado de Navidad, para lo cual atacaron a cuchilladas a uno de los policías que debió ser intervenido quirúrgicamente.

Luego, prendieron fuego a colchones y atacaron a otro de los efectivos que los custodiaban. A raíz del humo emanado de los colchones, tres adolescentes de 17 años murieron intoxicados.

El incidente comenzó cuando los menores alojados en la comisaría 20 se encontraban fuera de sus celdas para festejar la Navidad.

En un descuido, uno de los menores tomó el arma de un oficial que se encontraba de guardia y lo atacó a culatazos. Otro agente que pretendió intervenir fue atacado con un destornillador y a partir de allí se generalizó el motín.

Policías y médicos constataron que cuatro de los jóvenes presentaban un cuadro grave de intoxicación por lo que los trasladaron al hospital San Vicente de Paul, donde tres fallecieron como consecuencia de los gases inhalados. El cuarto murió en la madrugada de ayer.

Fuentes de la investigación dijeron a la prensa local que además en los estudios forenses que se le practicaron a los jóvenes detectaron que al menos dos de ellos habían ingerido alcohol horas antes de su deceso.