El jefe comunal admitió que "alguna responsabilidad" le cabe en la tragedia, ya que "los controles policiales por ahí no son lo rigurosos que deberían ser", aunque remarcó que se hacen inspecciones de alcoholemia "periódicamente" y "hay patrulleros en la puerta de cada uno de los boliches".

Además, reconoció que "la juventud" del lugar "comete excesos, como en todos lados", mientras negó rotundamente que haya prometido durante la campaña electoral "canilla libre" de bebidas alcohólicas para los jóvenes en los boliches.

"Lo desmiento categóricamente, es una barbaridad, de ninguna manera, es la cuarta vez que soy intendente, tengo familia, todos saben que es imposible que haya dicho una cosa de esas", se defendió el intendente en declaraciones a Radio 10.

"Si alguna responsabilidad tengo es que soy el intendente y los controles policiales por ahí no son lo rigurosos que deberían ser, lo tengo que decir con toda honestidad", añadió.

El intendente justicialista consideró que la tragedia "sale de todos los registros" y dijo que los jóvenes fallecidos "todos son muy conocidos".

"Somos una comunidad pequeña, está de luto el pueblo entero, el que no es pariente, es amigo", indicó.

Consultado si el joven de 20 años que conducía el auto estaba alcoholizado al momento del accidente, expresó: "Esperemos las pericias, lo que sí he podido constatar personalmente el estado del vehículo", que "ha ido a muchísima velocidad" Cuando se le preguntó si el tacómetro del Chevrolet Astra había quedado fijado en 180 kilómetros por hora, contestó que "sí".

Las víctimas perdieron la vida cuando el auto chocó contra un árbol luego de rozar a un Renault 9 que circulaba adelante, en la misma dirección, en el acceso a la ciudad por la ruta provincial 86.