"Lamento de todo corazón lo que hice a mi familia", dijo el hombre, acusado de violación, incesto y homicidio, antes de que el jurado de la localidad austríaca de St. Polten se retirara a deliberar.

"Por desgracia, ya no puedo hacer nada. Sólo me queda procurar, si puedo, limitar el daño", dijo Fritzl en la cuarta sesión del juicio, consignó la agencia alemana DPA.

La fiscal Christiane Burkheiser acusó en su alegato final al hombre conocido como "el monstruo de Amstetten" de homicidio por omisión de ayuda por dejar morir a su hijo-nieto Michael en el sótano donde lo tenía encerrado. En tanto, la abogada de Elisabeth, Eva Plaz, pidió la pena máxima por homicidio.

"Michael murió torturado, y mi mandante se vio obligada a verlo durante días", dijo la letrada ante el jurado. "El acusado se nombró a sí mismo dueño de la vida y la muerte. Y debe ser castigado por ello", agregó.

El abogado de Fritzl, Rudolf Mayer, rechazó la acusación de homicidio y pidió comprensión para Fritzl, pues "de todos modos será sentenciado a 20 años de cárcel".

Fritzl está además acusado de esclavitud, un cargo que en Austria sólo se ha llevado ante los tribunales una única vez y que conlleva una condena de hasta 20 años de prisión.

Durante las dos primeras sesiones del juicio, Fritzl se declaró inocente de la muerte de su hijo Michael y ayer sorpresivamente se declaró responsable de todos los cargos.

Aparentemente, Fritzl cambió su postura después de ver el video de su hija Elisabeth, que durante 11 horas relató los horrores que padeció a lo largo de los 24 años que estuvo encerrada.

La psicóloga forense Adelheit Kastner, que evaluó el estado psicológico del acusado, aseguró que Fritzl se encontraba en plena posesión de sus facultades, pero padece "una peligrosa necesidad de poder y control" que se traduce, en parte, en el sexo.