La marcha partió a las 17 desde el playón de estacionamiento de la empresa Andreani, para la que trabajaba la víctima, ubicada en la calle Francisco Pienovi al 100, esquina Ecuador, de esa localidad del sur del conurbano, y se dirigirá al Obelisco, en el centro porteño.

Los compañeros de trabajo de Capristo solicitaron a las autoridades de la empresa un permiso para que pudieran utilizar los camiones para trasladarse al Obelisco.

Más temprano, en medio de un clima de tristeza, la esposa e hijos de Capristo encabezaron el cortejo fúnebre que partió de la sala velatoria "La Paz" de Valentín Alsina con los restos de Capristo, los cuales fueron inhumados en el cementerio de Lanús.

Una gran caravana de camionetas de la empresa Andreani acompañó al cortejo desde que partió de la sala velatoria.

En la puerta de la funeraria, el padre de Capristo dijo entre lagrimas mientras observaba la salida del coche fúnebre: "Hijo, te vamos a extrañar mucho. Gracias a todos porque mi hijo era muy querido por todos".

Ya camino al cementerio, la caravana de autos que pasaba por las avenidas principales de Lanús fue homenajeada y aplaudida por la gente que caminaba y también por los comerciantes que salían a la vereda de sus locales.

Leonel, sobrino de Capristo, dijo en el cementerio: "Mi tío era un fenómeno y siempre nos decía a todos que teníamos que ser honestos. Nos pedía que jamás escondiéramos la cara ante cualquier situación que pudiera afectarnos. Daniel siempre va a ser recordado por mucha gente de trabajo y de Valentín Alsina".