"No buscamos protagonismo alguno fuera de la zona de influencia de Brasil. Puede que sigan sin creernos, pero fuimos absolutamente sorprendidos (por la llegada de Zelaya a la embajada)", dijo el asesor, en entrevista que publica hoy el diario brasileño Folha de Sao Paulo.

García, cuyas declaraciones fueron recogidas por DPA, aclaró que el retorno de Zelaya a Tegucigalpa "fue un operativo estrictamente hondureño, articulado por hondureños".

El asesor se refirió también a los comentarios acerca de que el presidente venezolano Hugo Chávez fue quien urdió la maniobra política que terminó con Zelaya en la embajada brasileña.

"Quieren atribuir todo siempre a Chávez -dijo-, convirtiéndole en el nuevo 'oro de Moscú', como si sólo hubiese (en Latinoamérica) un montón de imbéciles sin ideas propias".

Sostuvo que la crisis en Honduras fue generada en el propio país centroamericano, por el golpe de Estado que derrocó a Zelaya e instaló en el poder al gobierno presidido por Roberto Micheletti.

"Algunas cosas deben ser dejadas en claro: el origen de todo fue un golpe de Estado, el problema se llama Micheletti, es él quien está aumentando la escalada (de violencia). Brasil no se metió en un enredo, sino que fue metido", sostuvo.

Según García, Micheletti está revelando "una inhabilidad enorme, se niega a hacer cualquier gesto de negociación y se quitó la máscara al dictar estado de sitio e invadir una emisora de TV y una de radio".

"La situación ya es grave, continúa agravándose y el desenlace es imprevisible", expresó el asesor, quien opinó que la tensión se agudizará en caso de que el gobierno de facto insista en comandar el proceso electoral que definirá en noviembre al sucesor de Zelaya.

"Además del boicot internacional, podrá haber un boicot interno en caso de que los golpistas decidan imponer elecciones bajo estado de sitio. Y los boicots no se hacen con flores", advirtió.