Según consigna la agencia DPA, la televisión estatal informó que el número de muertos asciende a 29, entre ellos seis comandantes de la Guardia Revolucionaria y varios líderes tribales. Según esta versión habría además 28 heridos.

La agencia de noticias IRNA informó que en total al menos 60 guardias resultaron muertos o heridos en la provincia cercana a Pakistán.

Fars news citó los muertos en entre 40 y 50, sin que por el momento haya confirmación oficial sobre el número de víctimas. La televisión estatal dijo que seis comandantes de la Guardia Revolucionaria y varios líderes tibales están entre las víctimas. Al parecer, los guardias se encontraban de camino a una reunión de líderes tribales en Pishin cuando ocurrió el ataque.

La web de la televisión estatal iraní informó que un suicida aún sin identificar fue el responsable de la masacre e identificó a dos de los comandantes fallecidos como Mohammad Zadeh y Nourali Shoushtari.

Las autoridades especularon que el ataque pudo ser obra de un grupo radical involucrado en el tráfico de drogas a lo largo de la frontera con los vecinos Pakistán y Afganistán.

La principal banda de delincuentes en la región es Jundollah (Soldados de Dios), un grupo involucrado en continuas escaramuzas con la guardia iraní en la frontera con esos países. 13 miembros del grupo fueron ejecutados el pasado julio en al capital provincial Zahedan y Abdol Hamid Rigi, el hermano del líder del grupo Abdolmalik Rigi, está condenado a muerte.

La Guardia Revolucionaria acusó a "elementos vinculados con la arrogancia global" del ataque, en referencia a que Estados Unidos y Reino Unido estarían detrás del mismo. Sin embargo, no dio detalles de las acusaciones.

También el diputado del Parlamento iraní por Zahedan, Payman Forouzesh, dijo a la televisión estatal que los "enemigos de la revolución" quieren sembar la discordia entre los musulmanes chiitas (mayoritarios en Irán) y los sunitas en el sureste del país.