El delegado Néstor Segovia aclaró que sólo se dispondría una nueva medida de fuerza si "los trabajadores del subte sufren hoy agresiones o provocaciones" por parte de militantes de la UTA.

El paro comenzó a las 11 y se extenderá hasta las 23, por lo que el servicio se reanudará a la hora habitual, a las 5 de la madrugada de mañana.

Policías de la Guardia de Infantería debieron intervenir en la estación cabecera de Constitución, donde arranca el recorrido de la línea C, para impedir incidentes entre los afiliados de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y los huelguistas que pretenden crear un sindicato nuevo.

En medio de bombas de estruendo y cánticos cruzados entre ambos sectores y sólo separados por un cordón policial, los trabajadores de la UTA reclaman trabajar y el grupo que realiza la medida de fuerza denunció agresiones por parte de personal de seguridad.

Con la huelga se pretende que el Ministerio de Trabajo de la Nación otorgue personería gremial a un nuevo gremio por afuera de la UTA, que hoy tiene la representatividad del sector.

El secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, dijo que "el derecho a huelga no puede estar por encima de la prestación de los servicios públicos" en referencia a un fallo de la Cámara Federal que se pronunció en ese sentido hace un mes.

"Le pedimos a la población que sepa que nosotros vamos a tratar a través de nuestro trabajo con la policía y con la empresa concesionaria del subterráneo que el servicio pueda continuar", añadió.

Metrovías emitió un comunicado en el que denuncia que el paro tiene "un claro objetivo político", por lo que anunció que acudirá a la Justicia para que se declare la ilegalidad de la medida ya que se trata del "séptimo paro en dos meses".

A pesar de que la empresa informó que dispuso un cronograma de emergencia con personal capacitado y licencias habilitantes para que las formaciones funcionen, el servicio se interrumpió de manera total. Para la empresa, "no hay reclamo laboral alguno que justifique" el paro.

La medida fue cumplida por personal de tráfico, señaleros y maquinistas, mientras que los empleados de las boleterías y los auxiliares se oponían a la huelga.

En tanto, el secretario general de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), Roberto Fernández, repudió el paro y advirtió que los gremialistas pertenecen a grupos de izquierda que se "adueñaron" del servicio.