A los arrestos de hoy se suman otras 160 personas detenidas anoche en la capital griega. Grupos de manifestantes lanzaron piedras y bombas molotov contra la policía que en número importante se encontraba desplegada desde temprano en puntos estratégicos de la capital, Atenas, y de Tesalónica, la segunda ciudad más grande del país.

Las violentas manifestaciones ocurrieron al margen de otra marcha pacífica convocada por diversos partidos y organizaciones contra la violencia policial y la falta de justicia social, informó la agencia DPA.

Cerca de 4 mil personas se manifestaron, paralelamente, de forma pacífica con carteles a favor de la libertad de expresión y contra la economía neoliberal, desde la emblemática Universidad de Atenas hasta el Parlamento en el centro de la ciudad.

De esta marcha, alrededor de 400 participantes más radicalizados se separaron y combatieron con piedras y bombas incendiarias a las fuerzas antidisturbios, antes de tomar el rectorado de la Universidad de Atenas.

La policía lanzó gases lacrimógenos y detuvo a 60 personas, mientras negocios, automóviles y edificios lindantes resultaron dañados por las bombas incendiarias.

Los padres de Grigoropoulos hicieron un llamado para que las manifestaciones se desarrollaran en forma pacífica porque "la violencia no honra a nuestro hijo".

Ayer, grupos de manifestantes lanzaron piedras y botellas contra las dependencias policiales del distrito de Exarhia, tras intentar asaltar una oficina de la alcaldía en el mismo distrito, hecho por el que fueron detenidas cuarenta personas, entre ellas cinco ciudadanos italianos y tres albaneses.

En tanto, decenas de personas más fueron detenidas en el suburbio de Keratsinis, al noroeste del puerto del Pireo, informó la agencia rusa Ria Novosti.

La Policía aseguró que se había incautado de una gran cantidad de botellas, herramientas, palancas y pasamontañas de los alborotadores, informó la agencia Europa Press.

Docenas de coches se incendiaron en las inmediaciones del lugar en el que cayó herido de muerte Grigoropoulos el 6 de diciembre de 2008, un hecho que generó los mayores disturbios que se hayan registrado en el país en décadas.

Las autoridades griegas ordenaron aumentar los dispositivos de seguridad desde el pasado 3 de diciembre. Cerca de 12.000 agentes han sido desplegados en todo el país, la mitad de ellos en Atenas.

Dos policías fueron encarcelados acusados de la muerte del joven Grigoropoulos, pero su juicio fue postergado hasta el próximo mes de enero por razones de seguridad. Uno de ellos, Epaminondas Korkoneas, está acusado de homicidio y uso no reglamentario de su arma, mientras que el segundo, Vassilios Saraliotis, está imputado por incitar a su compañero al asesinato.