"La Resistencia debe ser el eje para coordinar y aglutinar las fuerzas políticas progresistas, que sin perder su propia identidad, logren cumplir el objetivo de las transformaciones y cambios para el pueblo hondureño", aseguró Zelaya en una carta que envió ayer al Frente Nacional de Resistencia.

La alianza de organizaciones sociales, políticas y sindicales fue creada horas después del golpe militar que derrocó a Zelaya, apenas el mandatario fue desterrado a Costa Rica por los militares.

El coordinador general, Juan Barahona, informó que una asamblea del Frente, el domingo último, decidió avanzar hacia la formación de un Frente Amplio contra el régimen, que agrupará a todas las fuerzas opuestas al golpe de Estado y buscará "la construcción del poder popular para alcanzar el gobierno".

Barahona señaló que entre las líneas de trabajo adoptadas se encuentran la organización del Frente a nivel nacional, la continuación de las marchas pacíficas y las demostraciones opositoras en las barriadas.

En su carta, Zelaya agradeció al pueblo el acompañamiento "en este momento difícil para la Nación y a lo largo de su lucha de más de 30 años por la democracia y la justicia social" para Honduras.

El presidente ratificó su rechazo a los comicios realizados por el régimen de facto, porque "institucionalizó el golpe", llamó a que "nadie se engañe con la farsa y la trampa del pasado 29 de noviembre" y consideró que la victoria del electo mandatario, Porfirio Lobo, "es ilegítima, ilegal y sumamente débil".

En una línea similar, el sindicalista José Luis Baquedano, integrante del Frente, también se pronunció en favor de una Asamblea Constituyente con participación de las organizaciones sociales como "única salida a la crisis" en Honduras.

"Una Asamblea Constituyente debe garantizar además todos los derechos, ya que la Constitución actual, que rige desde 1982, responde a intereses de empresarios y militares", advirtió Baquedano en declaraciones a DPA hechas en Montevideo, donde participó de la Cumbre Sindical del Cono Sur.

Según el dirigente, esa nueva Constitución deberá incluir "reformas profundas" como el derecho a la tierra, a las reservas naturales y a los servicios públicos, "además de los derechos sindicales, de las mujeres, de los estudiantes y otros sectores populares".

Baquedano subrayó que el Frente de la Resistencia "no va a participar de un diálogo, no va a reconocer las elecciones y por lo tanto, tampoco al gobierno" de Lobo, que pasará a dominar ampliamente el congreso y todos las estructuras de poder en Honduras.

Finalmente, remarcó que la formación de una Asamblea Constituyente "no tiene plazos" porque la idea del Frente Nacional de Resistencia Popular es "aglutinar fuerzas y convertirse en un movimiento político hacia las elecciones nacionales del 2013".