"No es la primera vez que me encuentro un 2 de Abril aquí con Uds, tampoco que me encuentro con los que fueron a pelear a Malvinas. Tal vez nuestro primer encuentro haya sido en aquellos años, en 1982, cuando yo vivía en Río Gallegos con mi familia", afirmó la mandataria.

La presidenta recordó la guerra de Malvinas como ciudadana de la Patagonia, y aseguró que "tal vez en el Norte, en la Capital Federal, la guerra era un relato mediático, un mal y falso relato mediático" y subrayó que los que estaban allí veían "salir aviones y jóvenes que tal vez no retornaban", con la "amenaza" permanente de que podían bombardear Río Gallegos.

Por otra parte, la presidenta pidió "universalizar" la cuestión Malvinas, para que trascienda el reclamo argentino y se transforme en "la visión de toda una sociedad". "El reclamo por Malvinas es un paradigma que debe ser una cuestión nacional pero también un ejemplo universal del mundo, de la sociedad que queremos", dijo la mandataria.

Y agregó que "no se trata de una actitud caprichosa de un país sobre su jurisdicción nacional sino de una visión de toda una sociedad acerca del mundo" y señaló que "Malvinas está en ese mundo y es una mancha que se debe borrar, y que la están generando desde los países centrales".

Cristina criticó al Reino Unido que, "por el solo hecho de tener un sillón en el Consejo de Seguridad de la ONU no respeta las resoluciones de la ONU", y sentenció que "este doble estandar del derecho internacional tiene que ser revisado". "Porque sino tal vez les será aplicado en otros ámbitos, en otros lugares y en situaciones más graves y conflictivas", advirtió.

Cristina Fernández destacó que "las grandes potencias ha comenzado a interesarse ofreciéndose como mediadoras para lograr que se cumpla" la resolución de la ONU por la soberanía de las islas Malvinas. Y agradeció además "la solidaridad de los hermanos latinoamericanos sin excepción" que apoyaron los reclamos argentinos por la soberanía de las islas.