13:06 › CHINA
La ciudad de Yushu, al noroeste del país asiático, comenzó hoy a recibir asistencia tras el fuerte terremoto que causó 617 muertos, 9100 heridos y 300 personas desaparecidas bajo los escombros de sus viviendas. Unos 100.000 habitantes de la región perdieron sus hogares y muchas están durmiendo al aire libre.
El frío, el fuerte viento y las continuas réplicas -hasta 774, la más fuerte de magnitud 6,3-, así como los daños en carreteras e infraestructuras cercanas, están dificultando los trabajos de salvamento. Sin embargo, la carretera que conduce al aeropuerto de Yushu quedó desbloqueada hoy, informó un portavoz del gobierno local.
Los equipos buscan supervivientes utilizando excavadoras, palas e incluso sus propias manos para retirar los escombros. La prefectura de Yushu, epicentro del sismo, está a 4000 metros de altura, por lo que algunos de los cooperantes que volaron al lugar sufren falta de oxígeno y mal de altura.
Las primeras ayudas en forma de alimentos, agua potable y suministros médicos llegaron hoy a la remota región situada en el área montañosa en la provincia de Qinghai que sufrió el sismo de magnitud 7,1 en la escala Richter (6,9 según el servicio geológico estadounidense), informó un portavoz del gobierno provincial.
Alrededor de 8300 tiendas de campaña llegaron hoy, a las que está previsto sigan otras 28.800, además de ropa y alimentos. "El agua potable y la comida está siendo transportada en camiones, pero no es suficiente", dijo el portavoz del gobierno local. Gobierno y Ejército están organizando vuelos mientras se movilizan miles de rescatistas y equipos médicos.
En el lugar del siniestro se levantó también un hospital de campaña, mientras algunos heridos fueron trasladados a Yushu para recibir asistencia médica.
Gran parte de los equipos de rescate están trabajando en las 11 escuelas derrumbadas, causando la muerte a 66 alumnos y diez profesores, según datos provisionales difundidos hoy por la agencia de noticias Xinhua. Las posibilidades de supervivencia de los que continúan atrapados son escasas, según la agencia.
Decenas de escolares aún se encuentran atrapados entre los escombros. Frente a la escuela de oficios de Yushu, que quedó destruida y donde hasta el momento se han confirmado 22 muertos, permanecen congregados los padres desesperados de los alumnos desaparecidos.
El derrumbe de las escuelas en Yushu evocó amargos recuerdos del devastador terremoto ocurrido en mayo de 2008 en la provincia de Sinchuan, donde muchas instalaciones escolares colapsaron a causa del incumplimiento de las normas de construcción, causando la muerte de miles de niños.
El terremoto devastó el 80 por ciento de la ciudad de Jiegu, sede administrativa de la prefectura de Yushu, donde unas 15.000 viviendas quedaron destruidas. Alrededor del 99 por ciento de los edificios se vinieron también abajo en la localidad de Xihang, cercana al epicentro.
El viceprimer ministro chino, Hui Liangyu, llegó el miércoles por la noche a la región afectada para coordinar los trabajos de rescate, informó Xinhua.
El presidente chino, Hu Jintao, y el primer ministro Wen Jiabao enviaron instrucciones escritas en las que instaron a los funcionarios a realizar "todos los esfuerzos para salvar vidas y proveer asistencia a las personas".
El gobierno central destinó 200 millones de yuan (unos 29,3 millones de dólares) para tareas de auxilio inmediato.
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