21:47 › A LOS 72 AñOS
El escritor mexicano, fue un autor incansable, maestro de la crónica y el ensayo, con una implacable capacidad crítica, que ejerció incluso contra las fallidas políticas de la izquierda.
Enemigo de la cultura como manifestación ajena al pueblo y a la gente, era común su presencia en festivales, ferias y presentaciones de libros de otros amigos escritores ya que la mayor parte de su reconocimiento y admiración lo obtuvo de otros importantes autores como el poeta José Emilio Pacheco o el también mexicano Sergio Pitol.
Monsiváis fue un escritor militante, casado siempre con la defensa de los pobres, de las minorías sexuales oprimidas y de los pueblos indígenas, cuya aportación a la cultura mexicana siempre respetó.
Era crítico con los políticos de su país, pero sobre todo con los modos autoritarios, la sinrazón y los abusos que durante décadas arrumbaron en la pobreza a millones de personas.
"No puede ser la afrenta de que haya sesenta o setenta millones de mexicanos viviendo en la pobreza, en situaciones terribles, con problemas de salud, de habitación, de educación y de empleo. No puede seguir el país así, la sociedad no lo admite, la fluidez social no lo permite", declaró en una entrevista realizada en 2006 en su casa, un lugar rodeado de gatos y libros.
Ensayista y cronista, este destacado autor de ideas progresistas rechazaba las posturas más radicales y contrarias a los derechos humanos que se han dado con gobiernos izquierdistas latinoamericanos.
"Yo me identificó con la izquierda en muchas cosas, no con la parte de la izquierda que, por ejemplo, dice que Fidel Castro no es un dictador. Con esa parte no me identifico. O que advierte en (Hugo) Chávez un ser ponderado y moderado, eso sí, no lo veo", indicó entonces.
Conocido como el "cronista de la antiposmodernidad" por su vasta obra periodística, Monsiváis es un autor prolífico con obras como "Los rituales del caos" (1995), "Días de guardar" (1970) y "Nuevo catecismo para indios remisos" (1982).
Muchos de sus libros están a caballo entre el análisis de la cultura y de la actualidad, siempre comprometida con la búsqueda de una sociedad más libre y tolerante, pero esa misma intención animaba sus incontables artículos periodísticos.
Desde joven colaboró en suplementos periodísticos y diarios de gran trascendencia en la historia de México, como El Universal, Futuro, Excélsior y el Gallo Ilustrado.
Fue, además, cofundador y colaborador del semanario Proceso, Unomásuno y La Jornada, y ha sido investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia mexicano y conferenciante en varias universidades latinoamericanas y estadounidenses.
De su literatura se llegó a elogiar su capacidad para renovar "las formas de la crónica periodística, el ensayo literario y el pensamiento contemporáneo de México y América Latina".
"Ha forjado un lenguaje distinto para representar la riqueza de la cultura popular, el espectáculo de la modernización urbana, los códigos del poder y las mentalidades", indicó el jurado que le galardonó con el Premio FIL, antes conocido como "Juan Rulfo" en la XX Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) 2006.
De él llegó a decir su editor en España, Jorge Herralde, que era "un auténtico fuera de serie" de las letras por su "mirada crítica" y su expresión en un "lenguaje muy personal".
El fundador de Anagrama le publicó en 2000 la obra "Aires de familia", una reflexión sobre la identidad latinoamericana, con la que ganó el Premio Anagrama de Ensayo.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux