En una vista de casi cuatro horas que comenzó por la mañana, el juez finalmente lo condenó a un año y tres meses de prisión bajo cargos de "receptación" y "atentado", pero podrá cumplir el resto de la condena desde su casa en régimen de "limitación de libertad", equivalente al arresto domiciliario en otros países, confirmó su esposa, Yusnaimy Jorge.

Según la activista opositora, la Fiscalía había pedido tres años de cárcel para el médico, quien dirige la organización disidente Centro de Salud y Derechos Humanos "Juan Bruno Zayas" y organizaba desde hacía años marchas en un parque de La Habana por el Día Mundial de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre.

Ferrer, de 40 años, realizó hasta el 13 de abril una huelga de hambre de 24 días para exigir que se le sometiera a juicio y se le prestara atención odontológica, ayuno que suspendió después de que las autoridades cubanas accedieran a sus peticiones.

"El gobierno ha querido mantener el rostro amable de las últimas semanas en cuanto a la situación de presos de conciencia", expresó el vocero de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez.

La excarcelación de Ferrer se produce apenas diez días después de que el gobierno del presidente Raúl Castro dejara libre al opositor enfermo Ariel Sigler, uno de los 75 disidentes detenidos en la llamada "Primavera Negra" de marzo de 2003 y condenados a penas de hasta 28 años de prisión bajo la acusación de ser "mercenarios" al servicio de Estados Unidos.

En ese sentido, Sánchez se mostró convencido de que las autoridades cubanas continuarán con la excarcelación de presos enfermos y los traslados aunque "a cuentagotas".