Juan Manuel Santos fue investido como el presidente número 59 de Colombia tras imponerle el titular del Congreso, Armando Benedetti, la banda tricolor. "Juro ante Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las Leyes de Colombia", dijo Santos en la Plaza de Bolívar de Bogotá ante la presencia de unos 5000 invitados y bajo una leve llovizna. Luego Santos tomó juramento a su vicepresidente, Angelino Garzón.

Considerado como el "delfín" del mandatario saliente, Álvaro Uribe, de quien fue ministro de Defensa entre 2006 y 2009, Santos se ofrece a los colombianos como el presidente que mantendrá la línea de mano dura frente a las guerrillas, pero a la vez ha asegurado que pondrá el acento en el tema social, en un país que acusa 46 por ciento de pobreza y 12 por ciento de desempleo.

En su discurso, hizo hincapié en la continuidad de las políticas de seguridad, en el desafío de aumentar el nivel de empleo y en su intención de combatir la corrupción en la administración pública. Además, les dijo a las FARC que está "abierto" a dialogar para poner fin a la violencia, pero con la condición de que esa guerrilla renuncie "a las armas, al secuestro y al narcotráfico".

"Mientras no liberen a los secuestrados, mientras sigan cometiendo actos terroristas, mientras no devuelvan a los niños reclutados a la fuerza, mientras sigan minando y contaminando los campos colombianos, seguiremos enfrentando a todos los violentos, sin excepción", advirtió Santos en su discurso de investidura. Esa fue su respuesta al mensaje del máximo líder de las FARC, Guillermo León Sáenz, alias "Alfonso Cano", quien propuso al nuevo Gobierno "conversar" para superar la "terrible situación" que vive el país, en un mensaje grabado y colgado la semana pasada en Internet.

Sobre la relación con sus vecinos, Santos afirmó que "respeto, cooperación y diplomacia" serán los ejes de su política exterior. "Respetaremos para que nos respeten", dijo, al tiempo que reafirmó que buscará recomponer las relaciones con Ecuador y Venezuela. "Queremos vivir en paz con todos nuestros vecinos, porque por sobre las diferencias ideológicas se impone el destino compartido de hermanos de historia y de sangre", aseguró.

A la posesión asistieron los presidentes de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; Costa Rica, Laura Chinchilla; Ecuador, Rafael Correa; El Salvador, Mauricio Funes; Guatemala, Álvaro Colom; Honduras, Porfirio Lobo; México, Felipe Calderón; Panamá, Ricardo Martinelli; Perú, Alan García; República Dominicana, Leonel Fernández; y Uruguay, José Mujica. El jefe de Estado chileno, Sebastián Piñera, tuvo que viajar a su país anticipadamente debido a un accidente en un yacimiento que dejó 34 mineros atrapados. También estuvieron delegaciones de numerosos países, entre ellas una de Venezuela, que rompió hace algunos días sus relaciones diplomáticas con Colombia.

A su llegada al aeropuerto militar de Bogotá, el Canciller venezolano Nicolás Maduro dijo que el presidente Chávez le indicó "de manera expresa traer un mensaje de amor y solidaridad, de futuro y esperanza". "Queremos extender nuestra mano cariñosa, felicitar al gobierno del presidente Juan Manuel Santos y decirle que venimos con la mejor disposición de avance, viendo hacia el futuro. Queremos agradecer a todo el pueblo de Colombia por esta posibilidad", añadió el canciller venezolano. Venezuela rompió las relaciones diplomáticas con Colombia el pasado 22 de julio, luego de que el gobierno saliente de Álvaro uribe denunció que guerrilleros colombianos se esconden en ese país, lo que Caracas niega.

Por su parte, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó que "es una suerte" estar aquí. "Cuenten siempre con nuestro total apoyo. Estamos aquí para ratificar esa hermandad inquebrantable de nuestros pueblos", dijo Correa. "Muchísima suerte, que Dios bendiga a Colombia", añadió el mandatario. Esta es la primera visita de Correa a Colombia desde que se desató una crisis diplomática entre los dos países a raíz del bombardeo por el Ejército colombiano de un campamento de las FARC en Ecuador. El ataque, en el que murieron 25 personas, entre ellas el número dos de esa guerrilla Raúl Reyes, fue ordenado por Juan Manuel Santos, quien entonces era ministro de Defensa. Ese bombardeo provocó la ruptura por parte de Quito de sus relaciones diplomáticas con Colombia entre marzo de 2008 y noviembre de 2009.