Ayer la Sala I de la Cámara Federal negó por unanimidad el recurso de apelación de Macri para que un tribunal superior -Casación- revisara aquel fallo y lo consideró "inadmisible" porque el procesamiento no es equiparable a una sentencia definitiva. Esta mañana, en un acto de anuncio de un plan de cobertura de salud para los porteños sin obra social, Macri dijo a los periodistas que "no debe sorprender porque es bastante lamentable todo lo que ha hecho la Cámara".

Luego la emprendió contra la Sala I al señalar que sus integrantes "(Eduardo) Freiler, (Jorge) Ballestero y (Eduardo) Farah avalaron los disparates que hizo (el juez) Oyarbide", quien lo procesó como supuesto jefe de una "asociación ilícita" dedicada a escuchas ilegales.

A continuación Macri dijo que "nosotros seguimos con lo mismo: Pedimos el juicio oral porque ahí se acaban todos los cuentitos, tienen que venir las pruebas que no existen", pero de inmediato agregó: "Esto seguirá en (recurso de) queja, como siempre se supuso que iba a ser, a Casación el reclamo".

Hasta ahora tanto el juez Oyarbide como los tres jueces de la Sala I de la Cámara Federal consideraron a Macri partícipe de una organización dedicada a intervenir teléfonos.

Macri quedó directamente involucrado en las escuchas a su cuñado Daniel Leonardo y a Sergio Burstein, miembro de la organización Familiares y Amigos de Víctimas de la masacre de AMIA y uno de los principales críticos de la designación del comisario Jorge "Fino" Palacios -detenido y procesado en la causa- al frente de la Policía Metropolitana.

En cuanto a la Legislatura porteña y su elección de autoridades de la comisión especial investigadora sobre su actuación en el caso de las escuchas, Macri sostuvo que "el comienzo no es alentador" porque "no se respetó la proporcionalidad democrática".

Por último, insistió con que está "absolutamente tranquilo y ya he dicho que no hay ninguna asociación ilícita en la ciudad de espionaje ni nada que se le parezca, no hay equipo, no hay gente, es todo un invento esto".