La Presidenta, acompañada por varios miembros de su gabinete y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, felicitó a los obreros de la planta automotriz que hicieron posible el lanzamiento del nuevo modelo, recordó que en octubre se había batido el récord de patentamiento, con 51.199 unidades, acumulando 567.000 en lo que va del año, y que posiblemente el país se encaminaba a superar su propio récord de producción, con más de 630.000 vehículos en 2010.

"Para quienes hemos sido militantes políticos desde muy jóvenes, es hermoso darse vuelta y darse cuenta que estábamos en el camino adecuado, el del proyecto nacional y popular", sostuvo Cristina. Más adelante, advirtió que la clase política debería admitir que se equivocó cuando sostenía que la política estaba subordinada a la economía "sin reconocer que la economía es un ciencia social que debe estar subordinada a la política: lo que hay que saber es a qué intereses queremos representar". "Desde 2003 -agregó- demostramos que queríamos responder a los intereses de la mayoría que quería equidad, justicia y democracia".

La Presidenta refirmó que "los recursos del Estado están puestos al servicio del fortalecimiento del mercado interno y al sesgo exportador", y añadió que "se han superado las viejas antinomias entre mercado interno y exportación". "Es necesario tener buenos salarios y trabajadores que participen en la generación de la riqueza".

Cristina viajó acompañada por un grupo reducido de colaboradores. En otro vuelo partieron los ministros Amado Boudou y Carlos Tomada, el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y el ex gobernador cordobés, José Manuel de la Sota.

El titular de Renault Argentina, Dominique Maciet, por su parte, agradeció la visita de la Presidenta, y reconoció que el lanzamiento del modelo Fluence, que tiene un 40 por ciento de componentes nacionales, fue posible "gracias al aumento de la producción y de las exportaciones", como así también "por el fulgurante crecimiento del mercado nacional".

Con un multitudinario marco de militantes que rodeaba el predio de la planta fabril, la ceremonia comenzó con el discurso de Maciet, quien recordó en primer término que la Argentina se convirtió en uno de los primeros países donde Renault comenzó a producir fuera de Europa, principalmente aquí en Córdoba. Destacó asimismo la trayectoria del Instituto Técnico Renault "en la formación de miles de técnicos especializados que se incorporaron con éxito a nuestra planta".

En el tramo final de su discurso sostuvo tener "la fuerte convicción de que la Argentina puede convertirse en uno de los 20 países productores de automóviles más importantes del mundo, lo que también es nuestra meta", tras lo cual invitó a la Presidenta a quitar el paño que cubría el nuevo modelo.