La policía de Berlín utilizó un vehículo especial armado con un robot que detonó el objeto sospechoso a distancia. La Cancillería de Berlín, frente al Reichstag (Parlamento), una zona en la que se concentran numerosos turistas, no fue evacuada.

El paquete, dirigido directamente Merkel, quien se encuentra en Bélgica, llegó a la sede del gobierno germano a las 13 (9 de Argentina), informó la agencia de noticias DPA.

Al llegar el paquete, las autoridades encargadas de registrarlo detectaron algo sospechoso, por lo que se lo interceptó para ser analizado por expertos en explosivos, informó el portavoz gubernamental, Steffen Seibert.

El equipo especializado analizó el contenido para confirmar poco después que portaba material explosivo. Sin embargo, hasta el momento no se pudo determinar el tipo de material utilizado.

Según el diario Berliner Morgenpost, que basa sus informaciones en fuentes de seguridad alemanas, se trata de un artefacto explosivo e incendiario hasta ahora desconocido.

El fallido atentado contra la jefa de Gobierno alemana sucede en medio de una ola hechos similares contra distintas sedes diplomáticas en Grecia, país que se encuentra sacudido por una serie de envíos bomba o ataques atribuidos a un grupo anarquista de extrema izquierda.

Esta mañana explotó una bomba cerca de la embajada de Suiza en Atenas, mientras que otros cuatro paquetes con explosivos fueron interceptados por la policía antes de que fueran entregados a las sedes diplomáticas de Rusia, Alemania, Chile y Bulgaria.

Ayer, la policía griega había arrestado a dos personas sospechosas de haber cargado un paquete bomba dirigido al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.

Poco antes, había explotado otro paquete bomba con destino a la embajada de México en Atenas y otros paquetes bomba, destinados a las embajadas de Bélgica y Holanda, habían sido detonados de forma controlada por la policía.