La iniciativa del Registro Civil establece sin embargo que en los casos en los que la mamá y el papá de los chicos no coincidan en el orden de aplicación de los apellidos, se decidirá a través del alfabeto. La ubicación de los apellidos se decidirá sólo una vez y deberá respetarse para todos los hijos de las parejas.

La futura ley, además, contemplará la posibilidad de que se puedan solicitar cambios en los apellidos, por procedimiento de urgencia, en los casos de violencia de género. Y también excluirá las referencias al estado civil de los padres. Si logra un resultado favorable en el Parlamento, la ley entrará en vigor en dos años.

A través de su vocero, José Antonio Alonso, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero argumentó que el proyecto es "más igualitario y democrático", en relación a la cuestión de género. Para el opositor Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, sin embargo, la iniciativa abre un "debate innecesario" que "no está en las demandas sociales urgentes de los españoles".

Expertos en derecho civil han advertido de que el nuevo sistema podría hacer que en un tiempo prevalezcan entre la población española los apellidos que comienzan con letras de la primera parte del alfabeto.