El programa de ahorro abarca la mayoría de los ámbitos federales. Hasta 2013, el mandatario quiere eliminar 770 mil millones de dólares de gastos de libre disposición, es decir se exceptuarían los fondos para seguridad y ayuda social. El presupuesto de defensa será recortado en 400 mil millones de dólares.

"Cualquier plan serio para superar nuestro déficit requerirá que pongamos todo sobre la mesa y nos ocupemos de los gastos excesivos donde existan en el presupuesto", añadió el mandatario. Los programas de salud para personas mayores y necesitados tendrán una reducción de ingresos de 500 mil millones de dólares, pero sin recortar prestaciones", explicó el presidente.

En tanto, Obama no tiene previsto hacer cambios en el sistema jubilatorio. "Voy a mantener los programas de salud como una promesa que nos hicimos mutuamente en la sociedad", aseguró. Además, el presidente eliminará privilegios fiscales para los ricos, en su iniciativa por una reforma impositiva general, para hacer más simple y justo el sistema fiscal.

Asimismo, el mandatario estadounidense reforzó su objetivo de reducir los impuestos a las empresas por primera vez en 25 años y ayudar de esta manera a fomentar la economía. Según los cálculos, las medidas permitirán que el endeudamiento anual se reduja hasta 2015 a un 2,5 por ciento del Producto Interno Bruto. Actualmente, ronda el diez por ciento.

Además, un "mecanismo de seguridad" deberá garantizar que esta cifra se reduzca más hasta el final de la década. Si se estanca, el gobierno y el Congreso estarán obligados a imponer más medidas de ahorro.

Con este discurso sobre la política presupuestaria, Obama ingresó con propuestas concretas en un debate muy controvertido por la grave situación en que se encuentra Estados Unidos, que sólo en el actual ejercicio fiscal acumula hasta 1,65 billones de dólares de nuevo endeudamiento.

La deuda total supera los 14,2 billones de dólares, lo que comparado con los resultados económicos representa el mayor déficit fiscal desde hace unos 50 años.

Los republicanos -en la oposición-, a quienes Obama pidió colaboración, habían pedido previamente recortes de unos seis billones de dólares en los próximos diez años y calificaron de inaceptable cualquier aumento de impuestos.

Obama respondió al respecto: "No podemos permitirnos en nuestra sociedad un billón de dólares de beneficios impositivos para cada millonario y multimillonario". Todos deben asumir las cargas del ahorro y los ricos pueden pagar algo más.