Según el informe ordenado por la jueza de instrucción Susana Wilma López, el proyectil que mató al joven militante del Partido Obrero durante una manifestación de trabajadores “tercerizados”, que reclamaban su inorporación a la planta permanente de la empresa Ugofe, concesionaria de la ex Línea Roca, contradice la pericia anterior de la Federal, que se pronunciaba por la hipótesis del recorrido “directo” de la bala hasta el cuerpo de Ferreyra.

Los dos expertos de la PF, los subinspectores Edgardo Ríos y Matías Alé; los oficiales Gonzalo Díaz y María Lastretti, de Gendarmería; los dos expertos en balística de la querella y los otros tres presentados por la Defensa coincidieron en que la bala mortal ingresó al cuerpo “tomando previamente contacto con una superficie, es decir, provino de un rebote”. El informe, de 15 carillas, fundamentó la teoría del “rebote” en “la presencia en alguno de los sectores deformados de partículas inertes, como sílice, aluminio, calcio y magnesio, que no forman parte constitutiva del proyectil”.

El dictamen entregado a la magistrada agregó que “si bien el proyectil no fue conservado adecuadamente para ser estudiado por Microscopía de Barrido Electrónico, hay que tener en cuenta que las partículas analizadas son del orden de los micrones”, una medida equivalente a la millonésima parte de un metro.

Cabe recordar que por la muerte de Ferreyra, y la tentativa de homicidio contra otros tres manifestantes, fueron procesados con prisión preventiva además de Pedraza, otros nueve implicados, entre ellos Cristian Favale, el presunto autor material del asesinato, y que la Cámara Nacional en lo Criminal confirmó los procesamientos de los sindicalistas Juan Carlos Fernández, Claudio Alcorcel, Pablo Díaz, Guillermo Uño, Gabriel Sánchez (el otro detenido señalado como autor material de los disparos), Jorge González, Salvador Pipitó y Juan Carlos Pérez.